Yo, no soy de acero

Hoy estoy agotada. Quise una vez más levantarme con la misma sonrisa y ganas de siempre. No tuve ganas de darle la leche a los bebes ni tampoco de cambiarles el pañal. Me demoré un poquito en levantarme de la cama cuando escuché un quejido que venía del cuarto de al lado. Pensé por un momento en dormir un poco más de la cuenta. Como si el mundo estuviera detenido.

Hoy me miro al espejo y no me gusta lo que veo. Ojeras hasta el suelo, pelos revueltos (y menos cantidad que antes), y ropa gastada de hace ya un tiempo. Me encuentro con lo que soy ahora y no me agrada. Miro hacia adentro y veo solo preocupaciones, de diferentes dimensiones. Me doy la vuelta y veo lo que he logrado y se me pasa un poco. Solo un poco porque mis ganas de no hacer mucho persisten.

Hoy me faltan fuerzas. Para salir como siempre a la calle y estar pendiente a lo lejos imaginando una fórmula para poder estar en dos lugares a la vez. Estoy segura que mi vida entera cambiaría si inventara algo así, sería todo tan perfecto que ya nadie se preocuparía por la falta de tiempo.

Hoy quisiera poner pausa. Pararme en medio de la nada y poner mi mente en blanco. Lejos de llantos, quejidos, gritos y reniegos. Sin pensar en ropa por cambiar, juguetes que recoger, chupones que lavar y mil cuidados que prever. Simplemente pedir un minuto para escuchar mi respiración y tomar aire profundo.

Hoy me siento cansada. Por un momento me siento mala mamá por haberle pedido, casi rogando, a los bebés anoche que se durmieran de una vez. Aunque luego dormidos, acariciando sus caritas les pedía perdón en silencio. La verdad es que soy de carne y hueso y aunque no quiera, se me acaban las fuerzas y necesito parar para descargar.

Hoy, quiero volver a repetir mi vida tal cual lo es ahora, solo que con un poco más energía para seguir andando.

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10 comentarios en “Yo, no soy de acero

  1. Mala mamá!!!! Si eres una trome, recuerda siempre que las mamás también somos seres humanos, de carne y hueso y aunque somos invencibles cuando de nuestros hijos se trata, también somos vulnerables ante el cansancio, el mal humor, la tristeza, es parte de la vida y deja que tus hijos lo sepan, solo así crearemos seres humanos mas empaticos con el resto, y créeme yo me siento muchas veces así.

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  2. No eres mala mama! Eres una mama mellicera de carne y hueso, admirable, valiente, luchadora, amorosa, entregada a sus hijos. Te endiendo al 100% , es normal sentirnos asi, pero lo bueno es que rapido nos damos cuenta y se nos pasa.

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  3. Soundtrack sugerido para el post «La mujer tiene mala conciencia»

    «La mujer tiene mala conciencia
    La mujer tiene mala conciencia
    De ser mala hija
    De ser mala hermana
    De ser mala tia
    De ser mala esposa
    De ser mala suegra
    De ser mala novia
    Con todos los hombres
    El trío La Rosa lo dice»

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  4. Yo aún no sé cómo se siente, pero lo que cuentas suena normal. No eres mala madre, no por uno (o dos o tres o más días) que quisiste algo más. Eres mujer, humana, y seguramente, una súper madre. Cheer up 🙂 y mucha fuerza para ti!

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