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Hablando con mi niña interior

Alguna vez escuché sobre «la niña interior» que todos llevamos -dentro- valga la redundancia. Pero recién hace unas semanas me animé a conocer más a fondo este tema. Y es que cuando algo que sabes que te hará bien, que te ayudará a entender muchas cosas de tu pasado para entender y seguir adelante, bienvenido sea.

Aquí les cuento algunas cosas que aprendí en un mágico taller.

¿Sabes lo que significa cuando te dicen «habla con tu niñ@ interior?

Todos tenemos uno, muy dentro de nosotros. No me refiero a un niño de carne y hueso, sino tu «yo» interior que no ha terminado de crecer del todo. El que es sinónimo de alegría, creatividad, imaginación, pero también de angustias, miedos y confusiones. Este niño crece con nosotros y se refleja en muchos comportamientos que tenemos ya de adultos.

El niño interior es un concepto nacido de la terapia gestalt. Para la gestalt, el niño interior es la estructura psicológica más vulnerable y sensible de nuestro “yo”. Se forma fundamentalmente a partir de las experiencias, tanto positivas como negativas, que tenemos durante los primeros años de la infancia. Dependiendo del tipo de experiencias y de cómo las interiorizamos, el niño interior puede ser una “personita” alegre, optimista y sensible o por el contrario, alguien temeroso de la vida, enfurruñado e irascible.

ElPradoPsicologos.es

A medida que crecemos, este niño se va escondiendo en lo más profundo de nosotros pero se muestra cuando nos enfrentamos a algunas situaciones que tal vez nos marcaron de niños. Puede ser cuando estemos en algo que demande imaginación, o que nos asuste algo que no debería. La mayoría de las personas no se percatan de la existencia de este niño interior, pero lo cierto es que en ocasiones es él quien determina cómo respondemos ante determinadas circunstancias.

Cuando somos niños y pasamos por diferentes momentos y situaciones negativas o positivas, superamos la etapa y fluimos. Pero si no somos capaces de superar el impacto emocional de alguna experiencia negativa, es probable que se generen sentimientos de ira, frustración y tristeza que terminarán afectando a nuestro niño interior.

¿Cómo puedes saber si tu niño interior está herido?

Es muy fácil, y creo que la respuesta está más cerca de lo que creemos. A veces, lo sabemos, pero no queremos pensar para no sentir, y así todo se vuelve un círculo vicioso. Pero lo que he aprendido, es que si tienes miedos irracionales, sientes rencor, odio o tristeza a menudo, respondes de manera desproporcionada ante situaciones que no son realmente tan importantes o como se dice «te metes cabe tu solo» y saboteas tus metas constantemente, es probable que tu niño interior esté dañado. Esto es natural, común y estás arrastrando heridas desde hace mucho, que duelen y pesan, y no terminan de sanar.

¿Sabes cómo sanar a tu niño interior?

Es un largo proceso de autodescubrimiento. Para sanar a tu niño interior primero debes viajar al pasado, y recordar todos esos eventos que pudieron afectarte y que hoy a veces hablan sin que tu te des cuenta porque aparece en ocasiones esporádicas, en donde ese evento se repite proyectado en otras personas o situaciones. A veces este viaje al pasado, puede dolor mucho pero es el inicio de la cicatrización de esa herida. Una cicatriz ya no duele, pero te recuerda lo que un día hubo y por eso es bueno cicatrizar, no dejar la herida abierta.

Lo primero que debes empezar a practicar es a conectarte con ese niñ@, sabes como?

Hay muchas técnicas y ejercicios de meditación pero lo que más me gusta de querer hacer ese puente o lazo con tu lado más frágil y vulnerable, es que no hay una forma correcta ni única, cada uno puede hacer lo que más le guste para conectar y hablar con ese niño.

  • Mira tus fotos cuando eras pequeñito.
  • Escribe todo lo que se te venga a la mente.
  • Háblale a tu niño interior con palabras bonitas (como si fuera un niño de verdad).
  • Juega lo que más te guste, sin importar la edad que tengas.
  • Imagínate que estas frente a tu «YO» de niño y háblale.
  • Baila de la manera que quieras bailar.
  • Apártate del mundo y pon una música linda para recordar.
  • Llora si recuerdas algo que no te gusta y trata de reescribir ese momento.

Y así, hay un millón de maneras de hacer esa conexión.

Lo más importante de esto, es que si empiezas ahora, y aceptas que tal vez hay cosas, (que por más chiquitas que sean) hasta hoy hincan el corazón, no lo repetirás con tus hijos. Muchas veces, y de manera totalmente inconsciente, repetimos patrones con nuestros hijos y podemos cambiarlo para que no tengan las mismas heridas que talvez nosotros tenemos. A pesar de que el corazón se nos salga del pecho por ellos y seríamos incapaces de hacer algo que pueda afectarlos, pasa. Pero lo bueno es que todo se cura, y para empezar a hacerlo solo tenemos que decir: quiero sanar. El resto, cuesta, pero vale la pena.

«Te entiendo y te quiero ver feliz» repítetelo una y otra vez.

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¿Sabes cómo identificar las fortalezas de tus hijos?

En este tiempo que muchos estamos más cerca que antes a nuestros hijos (y me refiero a que hoy en día el colegio está en la casa y nosotros somos parte activa de él) es normal que nos fijemos en su comportamiento más a detalle. Y en estos temas, uno tiende a ver siempre los puntos que debemos reforzar o mejorar. Pero, ¿Qué hay de esos puntos fuertes a rescatar? Es muy importante detenernos a pensar en las fortalezas de nuestros hijos, pues de esa manera ayudamos a desarrollar eso que se llama «autoestima».

Conocer esas fortalezas le ayuda a desarrollar la autoconciencia y la autoestima de su hijo . También puede usar esas fortalezas para trabajar en áreas desafiantes de maneras que no sean tan frustrantes.

Bob Cunningham, Unders okay

Existen algunas formas de reconocer las fortalezas que tienen nuestros hijos. Pues además de las obvias, como ser bueno en los números, o rápido para aprender, o dibujando y pintando, hay otras que pueden ser un poco más difíciles de notar, como prestar atención en una conversación, trabajar muy bien en equipo, y muchas más.

Entonces, leyendo un poco sobre esto y aprovechando que estamos de vacaciones en el colegio, encontré un artículo en el que mencionan algunos pasos para descubrir las fortalezas en nuestros hijos. Aquí les comento al respecto:

  1. Considerar los diferentes tipos de fortalezas: Como bien lo mencionamos, existen varios tipos de fortalezas, en esta lista encontrarás muchísimos y te sorprenderás de todo lo que reconoces en tus hijos y tal vez no se lo decías.

Fortalezas del carácter

  • Es honesto y digno de confianza
  • Es cariñoso, amable y empático.
  • Ayuda a otros
  • Muestra lealtad
  • Trabaja duro
  • Es resistente
  • Muestra independencia
  • Coopera

Fortalezas sociales

  • Comparte, se turna y puede comprometerse
  • Se esfuerza por hacer amigos y mantenerlos
  • Es un buen oyente
  • Acepta las diferencias de los demás
  • Pide ayuda cuando la necesita
  • Acepta la responsabilidad personal de las acciones (buenas y malas)
  • Dice la verdad y puede disculparse cuando sea necesario
  • Tiene buen sentido del humor

Fortalezas del lenguaje

  • Usa palabras para expresar necesidades, deseos e ideas.
  • Participa en discusiones en casa, en la escuela y con amigos.
  • Puede cambiar el tono de voz cuando cuenta una historia o hace una pregunta.
  • Cuenta historias que tienen un comienzo, un desarrollo y un final claros.
  • Usa muchas palabras y le gusta aprender nuevas palabras.
  • Puede responder preguntas de «quién», «qué», «cuándo», «dónde», «por qué» y «cómo» en una conversación (o sobre una historia)
  • Entiende bromas, juegos de palabras y sarcasmo.

Fortalezas de la alfabetización

  • Entiende la estructura de los sonidos ; puede hacer tareas como la rima
  • Puede pronunciar palabras desconocidas
  • Reconoce fácilmente palabras reconocibles a la vista
  • Puede recordar detalles y volver a contar historias después de leerlas.
  • Puede hacer predicciones basadas en lo que sucedió hasta ahora en una historia.
  • Lee con expresión, como la forma en que un actor habla en programas de televisión.
  • Establece conexiones entre el material de lectura y las experiencias personales.

Puntos fuertes de las matemáticas y la lógica

  • Tiene un fuerte sentido numérico , como saber cuál es más grande y cuál es más pequeño.
  • Ve y comprende patrones en la naturaleza y en números.
  • Recuerda operaciones matemáticas (como 5 + 4 = 9)
  • Puede hacer cálculos mentales («en su cabeza»)
  • Usa conceptos matemáticos en el mundo real (como duplicar una receta)
  • Entiende los términos matemáticos que se usan en los problemas verbales.
  • Resuelve acertijos o problemas verbales.

Fortalezas de las habilidades de estudio

  • Entiende y establece metas; puede planificar con anticipación
  • Es un emprendedor
  • Se mantiene concentrado en las tareas.
  • Prueba diferentes enfoques ( pensamiento flexible )
  • Organiza pensamientos y elementos físicos como una mochila.
  • Sigue bien las reglas y rutinas
  • Aprende de los errores y resuelve problemas.

Otras fortalezas y talentos

  • Es creativo / artístico
  • Bailes. actúa, canta o toca un instrumento musical
  • Juega deportes o juegos (incluidos videojuegos)
  • Practica yoga, atención plena o meditación.
  • Cuida de animales y / o niños más pequeños
  • Entretiene a la gente contando chistes o historias.

2. Seguir los intereses el niño: Muchas veces las fortalezas son basadas en sus propios intereses o gustos. Aquí debemos alentarlos a seguir esas pasiones y así descubrir fortalezas en ello. Tal vez no hay fortalezas en ese gusto, pero ahí está el aprendizaje en la «prueba y error». Además, a veces es bueno descubrir que si aun no es una fortaleza se puede convertir cuando gane experiencia en eso que tanto le gusta o apasiona.

3. Ayudarlo a identificar sus fortalezas: Si lo llevamos al juego es mucho más divertido. Por ejemplo, podemos pegar una foto del niño y hacer que escriba alrededor todas las fortalezas que tiene. Leí también algo sobre una caja de logros, que es muy fácil y es una actividad linda, solo necesitas una cajita y papeles de colores, en ellos escribimos todas las cosas buenas que hemos hecho en el día y las vamos introduciendo en la cajita.

4. Hablar sobre fortalezas: Abrir el dialogo con los hijos es primordial. Siempre que se pueda, en el almuerzo o antes de dormir hablemos sobre lo que nos hace únicos y especiales. Podemos incluso hablar de nosotros mismos cuando éramos niños o de los abuelos, proyectarlo en la familia es de mucha ayuda para sacar también características en ellos mismos.

5. Apuntarlo todo: Obsérvalo y apunta todo. Éxitos, logros, temores superados, todo ayuda para analizarlo y conversarlo luego. Siempre conversar y apoyar lo que decimos con momentos o situaciones concretas es bueno. Por ejemplo si en un día de parque vimos que compartió sus juegos, en la noche conversando le diremos que lo hizo muy bien y lo orgullosos que estamos con esa acción.

Creo que cuando empecé a leer sobre esto, me sentí mucho más motivada y quise empezar a ver más a detalle cada paso de mis hijos. Identificar fortalezas un poco más profundas es esencial y muy inspirador, además es tan importante como ver sus puntos a mejorar pero esto los mueve un poco más, para cada vez hacerlo mejor.

Además, podemos lograr mucho desde casa, así los preparamos de la mejor manera para cuando vuelvan al colegio. Tan confiados, felices y con una autoestima que nada ni nadie podrá derrumbar.