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Los temidos «retrocesos» en niños de 3 años

Este ha sido mi primer mes como mamá con horario de oficina después de un tiempo. Creo que fue incluso más difícil que la primera vez que regresé a trabajar luego de mi post natal. ¿Por qué lo sentí tanto esta vez? La respuesta es sencilla, mis hijos están más grandes y ahora pueden decirme fácilmente «mamá no quiero que te vayas», lo cual antes no sucedía porque seguro me extrañaban, pero ni siquiera ellos sabían que eso era extrañar.

Ahora que ya vamos un mes, puedo respirar un poco más tranquila porque ya nos estamos adaptando a la nueva rutina. Pero sí que está costando, y confieso que por unas horas pensé en tirar la toalla y volver, estuve preocupada. Los niños a veces muestran su desagrado con alguna situación de maneras que no entendemos, y en esta familia múltiple, el que me hizo tambalear y dudar de mis decisiones fue Marcel. De buenas a primeras empezó a hacer cosas que ya no hacía antes, y yo lo veía como un retroceso, y empecé a pensar lo peor.

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Como siempre, caí en el gravísimo error de consultarle a «San Google» y la verdad que fue 300 veces peor. Por eso siempre recomiendo NO buscar cosas en internet por más que nos estemos desmayando de curiosidad, a la larga terminamos más confundidas de lo que empezamos. Pero bueno, lo hablé con sus misses en el nido y con la terapeuta que le da terapia ocupacional dos veces a la semana y por fin entendí.

¿Cómo es que empecé a notar el cambio? Pues, empezó a hacerse la pila en el pantalón pero, no porque se le escapara, lo hacía adrede y mirándonos a los ojos. Me empecé a dar cuenta que generalmente lo hacía cuando le llamaban la atención: Marcel, hijito no agarres esto; Marcel, por favor no grites; Marcel, por favor juega bien con tu hermana y no la jalonees. Volteaba, clavaba los ojos en su «víctima», abría la piernas, y empezaba. Pasó de ser preocupante, a preocupante + estresante + desesperante. Me lo hacía en la casa, en el nido, en el centro comercial, en el parque. Fue por eso que consulté y lo que me dijeron cobró totalmente sentido: Marcel estaba manifestando su molestia porque su mamá no estaba en casa de esa manera, para llamar la atención, para decirnos que él estaba molesto por ese cambio. Luego empezó a dormir mal por las noches, e incluso a veces despertaba diciendo: Mamita ayúdame, no me dejes. Esta es la parte más dolora de toda la historia. En sus sueños, él me reclamaba, cosa que no podía hacer cuando estaba despierto. Pero por fin, me lo estaba diciendo, él no quería que yo lo dejara. Y yo, me sentía un poco más mala mamá.

Conversando al respecto con las personas que me ayudaron a aclarar un poco el panorama, me comentaron puntos bien interesantes: Y es que existen muchas razones por las que el niño de repente vuelve a su primera etapa. De repente un día, el niño que ya no usaba chupón lo vuelve a pedir, y puede que los papás se molesten un poco pero esto es un error. El niño lo que está pidiendo muchas veces con esta actitud es más atención por parte de sus padres.

Entre las razones de por qué sucede esto y se produce una regresión en el niño, están:

– La llegada de un hermanito: aparecen los celos y el niño mayor intenta captar la atención de los padres, que en ese momento se están volcando más con el cuidado del recién nacido.

– El miedo a crecer: la regresión se sucede sobre todo entre los 3 y 5 años, momento en el que el niño deja de ser tan niño. Suele coincidir con el comienzo de su etapa en preescolar. De pronto se le exigen una serie de tareas, como a los adultos, y el niño siente temor al fracaso.

– Comienza a ir al colegio: y aparece el miedo a lo desconocido. El mundo de los adultos le asusta y prefiere volver a su primera etapa, cuando era un bebé y apenas se le exigía nada.

– La muerte de un familiar: cuando el niño es muy pequeño, no entiende el significado de la muerte. Si de pronto desaparece de su vida alguien con quien el niño tenía mucha relación, se puede sentir desorientado. La regresión es en este caso una forma de búsqueda de esa persona que acaba de perder.

– Problemas en la relación entre los padres: cuando el niño no encuentra estabilidad en el hogar y presencia constantes peleas, aparece el temor y la inseguridad. Y algunas veces se manifiesta de esta forma, con una marcha atrás del aprendizaje adquirido hasta ese momento.

Las causas pueden ser muchas, todas o ninguna. Puede que tal vez el niño necesite respirar un poco y decir «aguanta que no me quiero estresar», para luego continuar con su evolución y crecimiento natural. Y lo mejor que podemos hacer para ayudar a un niño que está pasando por esta difícil situación, está aquí:

– Evitar decir frases negativas como ‘pareces un bebé, y tú ya eres mayor para hacer esas tonterías’.

– Jugar más con él. Dedicarle más tiempo. Muchas veces solo es eso lo que quieren, piden y necesitan «más tiempo de sus padres»:

 

– No regañarles ni enfadarse con el niño. Es molesto tener que empezar de nuevo con el control del pis o tener que corregirle de nuevo cada vez que habla como cuando tenía dos años, pero hay que ser paciente.

– No imitarle. No usar las palabras que él usa para sentirse de nuevo ‘bebé’. Corregirle pero sin molestarnos.

Y es así como poco a poco Marcel fue empezando a pedir de nuevo cuando quería ir al baño a hacer «pichi», felizmente solo pasó con eso y no con la caquita, creo que eso si hubiera sido más difícil. Pero como todo en esta vida, es una etapa, estamos saliendo de ella, y estoy segura que se vienen más retos, pero de hecho, con mucha paciencia, ganas y con la más grande de las fuerzas, saldremos adelante.

Sé que no soy mala mamá, yo trabajo para ellos, para darles lo mejor, pero soy de carne y hueso. A veces me pongo triste y me cuesta un poco ver las cosas desde el lado brillante del arco iris, pero felizmente después todo se ve más claro.

 

 

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Día mundial contra el Cáncer de Mama

Se sabe que para el 2020 el cáncer tocará la vida de 1 de cada 5 personas, ya sea directa o indirectamente. Es decir, en unos años cada uno de nosotros tendrá que enfrentar al cáncer personalmente o por medio de algún familiar o conocido. A mí, me ha pasado ya varias veces y cada vez maldigo más esa enfermedad. Tengo familiares y amigos que han luchado por un tiempo, algunos ganaron y otros perdieron, pero si bien algo debemos aprender de los momentos amargos, es momento de hablar de la prevención.

Hoy, se celebra el día mundial de la lucha contra el cáncer de mama. El segundo cáncer con mayor incidencia en nuestro país que ataca por lo menos a 45 mil mujeres en el año. Ni qué decir del mundo: se calcula que este año se producirán unas 41.070 muertes (40,610 mujeres y 460 hombres) a causa del cáncer de mama. Esta cifra es realmente alarmante y lo que inevitablemente me lleva a preguntar: ¿me hago debidamente el autoexamen que recomiendan una vez al mes?

Si no conoces mucho de este mal, te cuento un poco. El cáncer se origina cuando las células saludables de la mama empiezan a cambiar y proliferar sin control, y forman una masa o un conglomerado de células que se denomina tumor. Un tumor puede ser canceroso o benigno. Un tumor canceroso es maligno, lo que significa que puede crecer y diseminarse a otras partes del cuerpo. Un tumor benigno significa que el tumor puede crecer, pero no se diseminará. Se disemina cuando crece en otras partes del cuerpo o cuando las células cancerosas se desplazan a otros sitios del cuerpo a través de los vasos sanguíneos y/o linfáticos. Esto se denomina metástasis.

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Como todo, esta enfermedad ataca sin juicio, pero hay factores de riesgo a tener en cuenta:

  • Edad. El riesgo de desarrollar cáncer de mama aumenta a medida que la mujer envejece y, en la mayoría de los casos, la enfermedad se desarrolla en mujeres de más de 50 años.
  • Antecedentes personales de cáncer de mama. Una mujer que ha tenido cáncer en una mama presenta un riesgo más elevado de presentar un nuevo cáncer en cualquiera de las mamas.
  • Antecedentes familiares de cáncer de mama. El cáncer de mama puede ser hereditario si su familia tiene una o más de las siguientes características:
    • Parientes de primer grado, como madres, hermanas e hijos, a quienes se les haya diagnosticado cáncer de mama o de ovarios, en especial antes de los 50 años. Si 2 parientes de primer grado desarrollaron cáncer de mama, el riesgo es de 5 veces el riesgo promedio.
    • Muchos parientes cercanos a quienes se les haya diagnosticado cáncer de mama o de ovarios, en especial antes de los 50 años. Los parientes cercanos incluyen abuelos, tíos y tías, sobrinos y sobrinas, nietos y primos.
    • Un integrante de la familia que haya desarrollado cáncer de mama en ambas mamas.
    • Un pariente hombre que haya desarrollado cáncer de mama. Es incierto cuánto aumenta el riesgo de una mujer de tener cáncer de mama cuando un hombre en la familia tiene cáncer de mama, a menos que se deba a una mutación hereditaria.

       

  • Antecedentes personales de cáncer de ovario. Las mujeres con un diagnóstico de cáncer de ovario hereditario producto de una mutación del gen corren un mayor riesgo de también padecer cáncer de mama.
  • Exposición a estrógeno y progesterona. El estrógeno y la progesterona son hormonas femeninas que controlan el desarrollo de las características sexuales secundarias, como el desarrollo de las mamas, y del embarazo. La producción de estrógeno y de progesterona de una mujer se reduce con la edad, con una pronunciada disminución cerca del período de la menopausia. La exposición prolongada a estas hormonas aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama.
    • Las mujeres que comenzaron a menstruar antes de los 11 o 12 años o llegaron a la menopausia después de los 55 años tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de mama. Esto se debe a que las células mamarias están expuestas al estrógeno y a la progesterona durante un tiempo más prolongado.
    • Las mujeres que tuvieron su primer embarazo después de los 35 años o las que nunca tuvieron un embarazo a término tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de mama. El embarazo puede ayudar a proteger contra el cáncer de mama porque empuja a las células mamarias hacia la última fase de maduración.
  • Terapia de reemplazo hormonal después de la menopausia. El uso de la terapia hormonal con estrógeno y progestina después de la menopausia, a veces denominada terapia hormonal posmenopáusica o de reemplazo, en los últimos 5 años o durante varios años, aumenta el riesgo de que una mujer tenga cáncer de mama. De hecho, la cantidad de diagnósticos nuevos de cáncer de mama se ha reducido sustancialmente debido a la menor cantidad de mujeres que reciben terapia hormonal posmenopáusica. Sin embargo, las mujeres que han tomado solo estrógenos, sin haber recibido antes progestina, por hasta 5 años (porque se les ha extirpado el útero por otros motivos) parecen tener un riesgo ligeramente menor de padecer cáncer de mama.
  • Anticonceptivos orales o pastillas anticonceptivas. Algunos estudios sugieren que los anticonceptivos orales aumentan levemente el riesgo de padecer cáncer de mama, mientras que otros no han mostrado relación entre el uso de anticonceptivos orales para prevenir el embarazo y el desarrollo de cáncer de mama. Este tema aún es objeto de investigación.
  • Raza y origen étnico. El cáncer de mama es el diagnóstico de cáncer más frecuente en las mujeres, a excepción del cáncer de piel, independientemente de la raza. Las mujeres de raza blanca tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de mama que las mujeres de raza negra, pero entre las mujeres menores de 45 años, la enfermedad es más frecuente en las mujeres de raza negra que en las mujeres jóvenes de raza blanca. Las mujeres de raza negra también tienen más probabilidades de morir a causa de la enfermedad. Los motivos de las diferencias de supervivencia incluyen diferencias en la biología, otras afecciones de salud y factores socioeconómicos que afectan el acceso a la atención médica.
  • Factores del estilo de vida. Al igual que con otros tipos de cáncer, los estudios continúan mostrando que diversos factores del estilo de vida pueden contribuir al desarrollo de cáncer de mama.
    • Peso. Estudios recientes han demostrado que las mujeres posmenopáusicas con sobrepeso u obesidad tienen mayor riesgo de padecer cáncer de mama. Estas mujeres también tienen un mayor riesgo de que el cáncer reaparezca después del tratamiento.
    • Actividad física. El aumento de la actividad física se asocia con la reducción del riesgo de desarrollar cáncer de mama y con un riesgo menor de que el cáncer reaparezca después del tratamiento. La actividad física regular puede proteger a las mujeres del cáncer de mama ayudándolas a mantener un peso corporal saludable, disminuyendo los niveles hormonales o provocando cambios en el metabolismo o los factores inmunológicos de la mujer.
    • Alcohol. La investigación actual sugiere que consumir más de 1 o 2 bebidas alcohólicas por día, lo que incluye cerveza, vino y licor, aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama, así como también el riesgo de que el cáncer reaparezca después del tratamiento.
    • Alimentación. No hay una investigación confiable que confirme que comer o evitar determinados alimentos reduzca el riesgo de desarrollar cáncer de mama o de que el cáncer reaparezca después del tratamiento. Sin embargo, comer más frutas y verduras y menos grasas animales se asocia con muchos beneficios para la salud.
  • Radiación. La exposición a radiación ionizante a edades tempranas puede aumentar el riesgo de que la mujer contraiga cáncer de mama. Por ejemplo, la radiación terapéutica en el tórax por linfoma de Hodgkin puede aumentar el riesgo de cáncer de mama. La cantidad mínima de radiación que recibe una mujer durante la mamografía anual no se ha asociado con un aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama.
  • Densidad de la mama. LaLa densidad de la mama puede deberse a mayores niveles de estrógeno más que a un factor de riesgo particular y, por lo general, se reduce con la edad. Algunos estados exigen que los resultados de las mamografías incluyan información sobre la densidad de la mama, si los resultados muestran que una mujer tiene tejido mamario denso. Los investigadores están evaluando si reducir la densidad de la mama también podría reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

Por otro lado, están los síntomas y signos que debemos tener en cuenta para saber cuándo consultar a un médico:

  • Un bulto que se palpa como un nudo firme o un engrosamiento de la mama o debajo del brazo. Es importante palpar la misma zona de la otra mama para asegurarse de que el cambio no sea parte del tejido mamario sano de esa área.
  • Cualquier cambio en el tamaño o la forma de la mama.
  • Secreción del pezón que se produce de forma repentina, contiene sangre o se produce solo en una mama.
  • Cambios físicos, como pezón invertido hacia dentro o una llaga en la zona del pezón.
  • Irritación de la piel o cambios en esta, como rugosidades, hoyuelos, escamosidad o pliegues nuevos.
  • Mamas tibias, enrojecidas e hinchadas, con o sin erupción cutánea con rugosidad que se asemeja a la piel de una naranja, llamada “piel de naranja”.
  • Dolor en la mama; particularmente, dolor en la mama que no desaparece. El dolor generalmente no es un síntoma de cáncer de mama, pero debe comunicarse al médico.

Lo más importante aquí es saber cómo hacer un autoexamen y entender que los chequeos médicos anuales, siempre deben hacerse. Tenemos que tener claro que todo esto se puede evitar, o ganar la batalla si caemos en ella y se detecta a tiempo. esa es la clave.

¿Sabes cómo hacerte un autoexamen?

Acuéstate boca arriba. Es más fácil examinarse todo el tejido mamario si estamos acostadas.

  • Coloca la mano derecha por detrás de la cabeza. Con los dedos del medio de la mano izquierda presiona suave pero con firmeza haciendo movimientos pequeños para examinar toda la mama derecha.
  • Luego, estando sentada o de pie, palpa la axila, ya que el tejido mamario se extiende hasta esta zona.
  • Presiona suavemente los pezones, verificando si hay secreción. Repite el proceso en la mama izquierda.
  • Luego, párate frente a un espejo con los brazos a los lados.
  • Mira las mamas directamente y en el espejo. Busca cambios en la textura de la piel, como hoyuelos, arrugas, abolladuras o piel que luzca como cáscara de naranja.
  • Igualmente observa la forma y el contorno de cada mama.
  • Revisa para ver si el pezón está hundido.

Si encuentras algo fuera de lo comú, llama a tu doctor y saca una cita. Es fácil y no nos toma mucho tiempo hacerlo.

Para terminar, les dejo unas ilustraciones que Oncosalud nos envió en la semana. Me parecieron super útiles e interesantes. Puedes compartirlo si deseas llegar a más mujeres como tú que se preocupan por su futuro.

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El mes de los milagros

Una vez más quiero hablarte a ti, futura mamá.

Quisiera decirte tantas cosas que tal vez te cuesten escuchar al principio pero te prometo que al final entenderás.

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Hoy en la mañana me desperté pensando en ti. Me lavé la cara y pensé en lo que debes estar sintiendo ahora mismo. Esas ganas infinitas de ver las dos rayitas en la prueba instantánea, ese deseo profundo de ver un número mayor a 5 en la hoja de resultados del examen de sangre que te hiciste ayer por la tarde. Pensé en abrazarte y decirte que lo vuelvas a intentar sin perder la fe. Pero entiendo tus ganas de no escucharlo justo ahora.

Sé que las caídas duelen, pero también sé que el corazón de una futura madre lo puede todo. Ese amor infinito por alguien que aún ni siquiera es real, lo puede todo. Y es realmente increíble cómo ese mismo amor y deseo, cuando se plasman en la realidad, parece ser «fuera de este mundo». Es ese poder el que te anima a levantarte una vez más y seguir caminando. Intentándolo una y otra vez, aunque duela el alma.

Y ¿sabes qué es lo “lindo” dentro de esto que parece una maldita pesadilla sin fin? Que cuando se cumpla tu deseo, sea como sea, será el más lindo y mágico del mundo. De tu mundo. Ese mundo que construiste muchísimo tiempo antes de que esa personita llegara a tu vida.

Hoy pedí por ti, porque no se te acaben las fuerzas y por fin se sequen tus lágrimas. Pedí porque volvieras pronto a sonreír y decir “ya pasó”. Pedí para que el mundo gire un poco más rápido por unas horas y se te haga más fácil pasar la página. Pedí porque vuelvas a ser la misma luchadora del mes pasado. Pedí porque no exista más deseo en tu corazón que intentarlo una vez más teniendo en cuenta que esto puede volver a pasar, pero sin perder las esperanzas.

Pensé en todas esas mamás que no tienen más espacio para otro deseo que ser madres. En la constante lucha con el tiempo que las acecha sin saber que todo está en su mente. Pensé en lo fácil que sería si todas por fin se dieran cuenta que solo basta con querer serlo con el corazón. La forma y el método dejémoslo al viento, es él quien se encargará de mostrarnos el camino después. Aquí solo hay espacio para deseos profundos, esos que se sienten más cerca si se piden con los ojos cerrados.

Hoy pensé en ti, y te mandé las mejores y más potentes vibraciones que existen en mi mundo. Pensé en decirte que no eres la única que pasa por esta pena, que hay muchas como tú pero que la buena noticia es que esa pena luego se ve recompensada por una alegría mayor. Nadie espera en vano, y nadie carga una cruz que no puede soportar.

Una madre es madre desde el corazón. Una madre  es madre sea como sea el medio y la forma. Solo se trata de no perder la fe y seguir buscando entre sueños y realidades lo que puede ser un castillo perfecto. Obvio que, teniendo muy en cuenta que pueden haber días grises pero siempre comprendiendo que estos días grises existen solo para conocer todos los colores que puede tener un arco iris.

Esta angustia pasará, y sabes por qué? Porque este es el mes de los milagros. Repítelo una y otra vez, es el mes en donde los milagros son el titular de tus días. Es tu mes, el mes en donde por fin lo que tanto sueñas, se cumplirá. No bajes los brazos, no pierdas la fe y sácale bandera blanca a los sueños sin cumplir. Este es el mes de los milagros.

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Etapas de crecimiento: los terroristas 3

Cuando algunas mamis me preguntan si a los 3 años la cosa se hace «menos difícil», no sé muy bien cómo enfocar mi respuesta. No es que quiera desanimarlas y decirles que todo se complica, pero sí les quiero ser sincera con todo el corazón. «La cosa no se hace más ni menos difícil, es que cada etapa tiene sus cositas». Esa es la verdad.

Si bien los primeros meses de vida, el asunto está en agarrar el truco con los horarios y vivir en paralelo tu vida, los días parecen no ser muy diferentes entre ellos: leche, caca, pañales, y siestas. Uno que otro llanto por ahí pero así se pasan por lo menos los primeros 4 meses. Luego, la introducción de la comida. Después llega la etapa del gateo y de la sentadera como porfiados que se caen hacia los lados, luego entramos a los básicos 1, en donde la mayoría se suelta a caminar, hace sus primeros berrinches, y aprende sus primeras palabras pero agárrate con lo de la caminadera porque simplemente se creen chaskis y van por el mundo sin medir los peligros. Pasamos por los terribles 2, que ahora entiendo que se les dice «terribles» porque el niño se cree adulto y empieza a refutar, cuestionar, renegar y trata de hacer valer sus opiniones y gustos a como dé lugar. Está aprendiendo el límite de sus acciones y se sabe YA una personita individual con TODAS las letras. Y ahora en mi caso estamos en los «terroristas 3», que les digo terroristas porque realmente lo son.

En mi mundo mellicero estamos por esa parte de la vida de los niños en la que solo quieren jugar y hacer lo que se les venga en gana. Aquí ponen a prueba los límites de la paciencia humana para no sucumbir ante ellos y sus «ordenes» de enanos de la vida. Nunca pensé que el mundo se podía acabar a un ser humano simplemente porque le di su comida en el plato de Peppa cuando ellos querían el de Paw Patrol. O nunca imaginé que podía arruinarle el día entero si es que el huevo revuelto salía un poco más amarillo que de costumbre. Historias realmente de terror cobran vida en los terroristas 3.

Pero también es una etapa muy rica. Ellos están aprendiendo todo sobre el mundo y la gente que lo rodea. Se empiezan a cuestionar cosas más profundas y parecen tener hambre de saber. Aquí los papás tenemos todo un reto porque es ahora donde se empieza a formar sólidamente su personalidad. Ellos ya saben que son seres humanos independientes de sus padres, pero es por eso que tenemos que tener más control aún, sobre todo si se trata de algún tipo de peligro que los aceche.

Sin ir muy lejos, ahora ellos saben que pueden correr a la velocidad que ellos mismos se propongan, y sus habilidades motoras lo permitan, meterse por rincones que tal vez imaginen como pasillos secretos, pueden crear y dejar volar su imaginación sin límites. Así como también, conocen la fuerza que tienen y es ahora que nos toca enseñarles cosas tan simples y básicas como: no tirar las cosas, no pegar por ningún motivo, no empujar, no jalar. Y en mi caso, como tengo dos, es una escuelita 24 horas. Entre los dos, se pelean y se aman al segundo entonces hay que tener mucho, pero MUCHISIMO ojo con eso. Sino, nos pasa lo que nos pasó ayer y casi muero de un infarto a las 9 pm.

Antes de dormir, se les ocurrió la brillante idea de curar «al trencito», y mi china últimamente, ahí flacucha como se le ve, está agarrando una fuerza que nadie entiende, le pidió a su hermano jugar al tren y dar vueltas al rededor de la mesa. Al principio todo bien, pero bastó con que él mirara a otro lado para que ella tratara de enderezar al tren del cuello de su pijama y él, a pesar que estaba riéndose, se tambaleó, y como por azares del destino, se cruzó el perro y Marcel se tropezó cayendo justo de cara a la pata de la silla de madera. Se agarró la carita con un grito y enseguida vino el llanto desconsolado. Corrí como un cuete y lo cargué para examinarle la cara, no dejaba de llorar y juro que vi el preciso instante que una parte de su cachetito (felizmente debajo del ojo y no en él) se fue poniendo moradito y se hinchó un poco. Vi la evolución y yo solo quería salir corriendo a la clínica.

Felizmente papá Lalo estaba, y me pidió al toque que sacara hielo de la heladera y esperamos primero a que se calme un poco, y con algunos jueguitos hicimos que se ponga el hielo por algunos segundos, para descansar un tiempo y otra vez poner el hielo. Es bueno siempre tener una bolsa de gel de agua para cualquier emergencia. Las venden en farmacias.

Luego le puse «hirudoid», un clásico en cremas que es necesario tener en el botiquín de la casa. Creo que es una crema milagrosa porque lo que tenía moradito mi chino, que pintaba para ponerse verde al día siguiente, realmente no escaló tanto y aunque aún sigue un poco hinchado y de color más oscurito que su piel, no es nada enorme ni que se note a distancia. Gracias a Dios las medidas que tomamos fueron las correctas. Pero es así como pasan los accidentes, por eso tenemos que ponerle 100 ojos a los peques a TODA edad.

En conclusión, cada edad es un mundo de retos, historias y aprendizajes que nos hacen entender un poco más cómo es la vida. Nosotros también pasamos por cada una de esas etapas, nuestras mamás podrán dar fe de ello. Entonces, a lo hecho pecho, apechuguemos y sigamos adelante que salimos de los terroristas 3 y qué viene después… ¿tal vez los terremotos 4? No lo sabemos, pero vamos por más, así es más divertido ¿no?

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Estimulación sensorial

Regresar a mi antigua modalidad de «Mamá de oficina» me tiene un poco loca. Sí, un poco más de lo que ya estoy. Esto de estar presente sin estarlo físicamente es un don de mamá, sin duda, pero cansa. Y es un cansancio físico y mental porque el cerebro no para ni de noche. Al menos yo antes de dormir hago un listado en mi cabeza de lo que tengo que hacer al día siguiente y cómo me ordenaré para salir en punto de San Isidro y llegar para la hora de comer y estar por fin al lado de mis dos motores.

Digo que me tienen medio loca porque pienso en ellos todo el día y en qué estarán haciendo sobre todo ahora que están de vacaciones. Me parte el alma no estar con ellos haciendo mil cosas divertidas juntos, pero el fin de semana nos desquitamos. Además, es por eso que también salgo casi disparada para no agarrar el tráfico horrendo que ataca a las 5:46, si sales con un minuto de diferencia fuiste, así de simple. Llego a darles de comer, contar cuentos mientras comen, bañarlos, y como mañana no hay nido, a jugar. Es lo mínimo que puedo hacer. Mi corazón los extraña a cada minuto.

Entonces como los fines de semana son especiales, y ahora aún más, buscamos planes lindos y divertidos para hacer los 4. Por ejemplo, el sábado pasado estuvimos en un taller sensorial que organiza «Five Senses Store» en diferentes nidos de distintos distritos. Hoy en día veo muchos casos de niños con disfunción sensorial, tengo uno de ellos y un día cotidiano puede resultar una montaña rusa de emociones. Pero cuánto se aprende… se aprende muchísimo y con amor.

Bueno, este tipo de talleres, y productos sensoriales buscan estimular los sentidos integrándolos de una manera libre, espontánea y super divertida. Se sabe que si se desarrolla el área sensorial en los peques, los otros aprendizajes vienen por sí solos.

Además, es lindo que mamá y papá generen ese vínculo al pasarla bien con sus peques (pero como un peque más) ensuciándose las manos y la cara, un poco tal vez la ropa, y verlo como algo divertido y cero problema. La ropa se lava, y las manos también.

Ese día hicimos dos trabajos: un acuario y pinturas con hielo de colores.

Te dejo los datos para que intentes hacerlo en casa:

Acuario en una botella:

  • Botellón con tapa
  • Piedritas de colores
  • Lentejuelas de colores
  • Escarcha
  • Alguitas marinas
  • Animalitos del mar
  • Glicerina
  • Agua

La idea es que el niño deposite cada implemento con sus propias manitos y los papás ayuden con el agua y la glicerina para que espese un poco el agüita y el peque se divierta moviendo la botella y viendo todo girar.

Pintura helada:

  • Hielo con colorante
  • Cartulina
  • Crema de afeitar

Los niños eligen el color que quieran de hielo y empiezan a decorar su cartulina para luego usar sus manitos para poner encima crema de afeitar y jugar a mezclar las texturas. ¡Eso es estimulación divertida!

Así nos divertimos el fin de semana que pasó y este tipo de cosas podemos hacerlas también en casa. Y ahora, falta poco para el fin de semana y nuevos planes nos esperan.