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Que me corten la cabeza: soy estresada

A veces pienso que no es justo para mis hijos tener una mamá tan estresada. Una mamá que no es práctica y se hace bolas por muchos motivos. Una mamá que prefiere llevar un maletín con «lo necesario» y no «lo suficiente». Una mamá que prefiere una tarde tranquila pero divertida en un lugar seguro que exponerlos a lugares que ella «considera» peligrosos. Una mamá que tiene dolores de cabeza continuos pero sabe que no hay nada que una buena pepa no solucione para seguir andando.

Pero cuando lo pienso, también reconozco que esa mamá estresada merece un poco de respeto, pues al final son sus decisiones, sus problemas y sus paltas mentales si así lo quieren llamar. A nadie le hace daño ser un poco más precavida de lo normal, y tampoco a nadie le hace daño si una es «así» o «asá» con sus propios hijos. Además, nadie sabe la historia detrás para entender el nivel de estrés que una mamá le puede poner a sus días.

Mis bebés fueron para mí, un regalo supremo. Lo pedí por tanto tiempo y con TANTAS fuerzas, que al llegar, lo cuidé como un tesoro mega ultra valioso (porque lo son). Más aún cuando el doctor luego de la primera ecografía me dice: a más bebés, más cuidado. Entonces, yo lo tomé al pie de la letra. Algunas cosas que tal vez no se podían hacer a partir de un determinado tiempo, yo no las pude hacer desde antes, y nunca me quejé, lo aceptaba con interés para poder llegar hasta el final. Tal vez muchas mamás son relajadas en su embarazo y la pasan felices, pero yo preferí ser más cuidadosa (pero igualmente de feliz), porque serlo, no significa privarse ni vivir traumada, para nada. Significa que cada día cuenta para esos bebés que se forman dentro de un cuerpo, y si yo podía contribuir a que ese proceso sea más sencillo y óptimo para ellos, pues nada me costaba hacerlo.

Además, cuando hay dos bebitos (o más) el riesgo de prematuridad es alto. Y yo lo viví. Mis bebés nacieron a las 34 semanas y fue una operación de emergencia. Pues a pesar de los mil cuidados que tuve, mi panza ya n podía crecer más y los bebés estaban muy apretados y Naelle fue la que más sufrió las consecuencias. Segundo factor de estrés en mi vida de mamá. Pues tener hijos prematuros no es fácil. Tan chiquitos, tan frágiles y tan luchadores que cualquier corazón se encogía al verlos. Y eso que los míos no fueron prematuros severos, esos sí que son GUERREROS. En fin, cada visita al pediatra para el peso y la talla era una pesadilla una noche antes. Pero qué lindas fiestas y celebraciones hacíamos cuando pasaban a otra talla de pañal, o cuando cambiábamos de talla de ropita, incluso cuando aumentábamos una onza en sus biberones. Eran pasos enormes en pies pequeñitos. Y yo, vivía a su lado cada momento con ilusión.

Por otro lado, vuelve la frase que el doctor me dijo en mi primera ecografía un poco modificada: a más bebés, más estrés. y es verdad, si bien ser mamá es difícil porque es adaptarse a un mundo nuevo, es entregar tu vida por completo y con una sonrisa enrome a otro ser que salió de ti, es cambiar prioridades, vivir sin horarios, y miles de cosas más; ser mamá de varios bebés a la vez, eleva un poquito nada más todas esas sensaciones. Al principio asusta, y hasta una cree que no podrá con esa responsabilidad tan grande. Pero no existe manera de huir. Los métodos para dormir que aplican muchas mamis, o los métodos para comer o para pasar sus días, son distintos cuando hay dos bebés con las mismas necesidades a la misma vez. Y nunca me ha gustado comparar, y ojo que esto no es una comparación, es simplemente los hechos como son desde la mirada de una «estresada» mamá mellicera. Se imaginan la logística para salir de la casa? Eso lo escribo con una sonrisa en la cara, porque tengo unas historias geniales para contar sobre esto.

Y a todo eso le agregamos que tengo dos bebés chukis. No sé cuál es  más terrible que el otro, y ahora con las «pataletas mode on» ya no sé ni cómo hacer para que no me explote una vena en el cerebro. Y aún así, con todo eso, me encantan mis días cargados y a mil, amo ser una mamá estresada que trabaja todo el día y vuela a su casa a ver a sus hijos para comer con ellos, bañarlos y luchar juntos en el intento del sueño.

Veo a veces a mamás super prácticas y siento una envidia sana porque no se hacen bolas por nada. Y me encanta, pero yo no soy así, yo tengo otro estilo y si vivo tranquila y feliz teniendo ese estilo, a quién le hace daño? Entonces, creo que el secreto está en respetar cada estilo de mamá sin críticas ni comentarios amargos.

Yo tengo claro que no todo es perfecto, y tienen que existir esos momentos agrios que tenemos que superar a como dé lugar. Pero, si de alguna manera, puedo evitar que esos momentos llenen mis días, lo haré. Es por eso que por ahora, evito viajes a lugares donde tal vez los bebés no vayan a estar muy cómodos, trato de acomodarme a horarios para no irrumpir con el horario al que ellos están acostumbrados, los respeto en todo momento y me pongo en su posición siempre que pienso en hacer o no hacer algo, y siempre, por sobre todas las cosas llevo más de lo suficiente en el maletín cuando salimos. Si eso es ser una mamá estresada, que me quemen viva entonces. Pero simplemente yo hago lo que mi corazón me dice hacer, y lo que yo creo que está bien para ellos. Porque como lo dije hace un momento, cada mamá con su estilo.

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Para días grises, paraguas de colores

A veces los días que vivimos no son de colores como siempre queremos verlos. De vez en cuando nos toca algo de gris, según yo, para demostrarnos que esto que llamamos «vida» no es un sueño donde las flores y los arco iris son los protagonistas. A veces nos toca dejar el dulce y tomar un poco de amargo, no por voluntad propia, sino porque simplemente así se dio. A veces cuesta pasar algunos días así, pero lo bueno es que finalmente todo pasa. Y algo bueno también es que esa misma vida que te hace pasar por días algo turbulentos te tiene sorpresas escondidas incluso en esos días raros. Mensajes que llegan de la nada, amigos que reaparecen y noticias que alegran.

Algo así como recibir un mensaje de una amiga que está a kilómetros de distancia pero que dio en clavo con solo unas palabras.

Ahora este es mi regalo para quien me esté leyendo y tal vez esté pasando por unos cuantos días en blanco y negro donde nada parece avanzar.

Lo mejor no es el pecho.
Lo mejor tampoco es el biberón.
Lo mejor no es que lo cojas.
Lo mejor tampoco es que lo dejes de coger.
Lo mejor no es que lo tumbes así.
Lo mejor tampoco es que lo tumbes del otro modo.
Lo mejor no es que lo tapes de una forma.
Lo mejor tampoco es que lo tapes de la otra forma.
Lo mejor no es que lo abrigues con esto.
Lo mejor tampoco es que lo abrigues con aquello.
Lo mejor no es que le des purés.
Lo mejor tampoco es que le des trozos.
Lo mejor no es lo que te dice tu madre.
Lo mejor tampoco es lo que te dice tu amiga.
Lo mejor no es que esté con una niñera.
Lo mejor tampoco es que vaya a la guardería o esté con abuelos.
Lo mejor no es que siga ese tipo de crianza.
Lo mejor tampoco es que siga ese otro estilo de crianza.
¿Sabes lo que realmente es lo mejor?
LO MEJOR ERES TÚ.
Lo mejor es lo que a ti te hace sentir mejor.
Lo mejor es lo que tu instinto te dice que es mejor.
Lo mejor es lo que a ti te ayuda a estar bien también.
Lo mejor es lo que te permite a ti ser feliz con tu familia.
Porque si tú estás bien, ellos reciben lo mejor. Porque lo mejor eres tú.
Porque si tú te sientes segura, ellos también se sienten seguros.
Porque si tú crees que lo estás haciendo bien, tu tranquilidad y felicidad les llega a ellos.
PORQUE LO MEJOR ERES TÚ.

Es posible volver de colores hasta los días más pálidos.

Todo depende de ti!

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Una recetita

Cada día se me hace más difícil pensar qué prepararles para ver si comen bien y si les gusta. Ya están en la etapa en donde te dicen «no uta» cuando no les gusta algo y se hace aún más difícil la hora de comer.

A pesar que les damos lo que cocinamos en casa (obvio nunca con tanto condimento), es necesario para mí, mantener sus verduritas siempre a la hora del almuerzo. Los míos no son de agarrar las zanahorias en tiritas ni las vainitas ni el brócoli así como si fueran galletas. No les gusta y lo he intentado mil veces, por eso aún prefiero darle las verduras encaletadas en donde pueda. Por ejemplo, cuando comen hamburguesa, le pongo tomate y espinaca cortadita chiquitita a la carne molida. Algo es algo al menos no?

Entonces, aquí les va una receta por si sus hijos son «adictos al huevo como los míos».

Revuelto de espinacas + arroz hervido + plátano asado
Lo que necesitas:
– Un huevo
– Dos puñados grandes de espinacas congeladas
– Aceite de oliva
– Filete de pollo

Pon la verdura sin descongelar en una ollita pequeña con un poco de aceite, tápala y cocínala a fuego bajo hasta que las espinacas se hayan descongelado. Tritúralas un poco e incorpora el huevo, remueve y mezcla muy bien hasta que se haya cuajado. Acompaña el revuelto con unas cucharadas de arroz hervido. Además, puedes hacer un filete de pollo en la sartén con una gota de aceite de oliva y desmenuzarlo.

De postre puedes asar un plátano, pero si a tu hijo no le gusta mucho como a los míos puedes hacerlo en el microondas, para templarlo (solo un minuto), tal vez así le guste.

Qué le aporta
La fibra y el hierro presentes en las espinacas, que contribuyen a prevenir el estreñimiento y también la anemia. Además, este menú contiene proteínas e hidratos de carbono. Por último, el plátano le aporta muchas vitaminas y potasio, un mineral necesario para mantener sanos los músculos (de hecho, es muy bueno para evitar los calambres musculares que pueden aparecer después de la actividad física).

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El tema más temido

Traté de no hablar aún sobre esto, pero creo que al estar en la situación de no saber si poner a los bebes en el nido este año, me llevó a tocar el tema abiertamente. Un tema que me tocan incluso desde que los bebes estaban en mi panza, ¿y ya sabes a qué colegio entrarán? Ellos ni entraban al mundo y ya querían saber hasta qué carrera estudiarían.

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Este año los bebes llevaron clases de verano. Eran solo 2 días a la semana y creo que decidimos que arranquen porque los veíamos a veces un poco aburridos. Fue genial, aprendieron mucho en solo un mes (ya acabó la semana pasada) e incluso ya empezaban a quedarse más tiempo solos en el salón. Al inicio mi mamá y la nana estaban con ellos todo el tiempo. Estaban madurando.

La inversión fue alta teniendo en cuenta que eran solo dos días a la semana. Es un buen nido, buenas instalaciones, buenas profesoras y muy cerca de mi casa (factor principal de elección en mi caso). Nos hicieron descuento por ser dos, pero igual el costo es elevado. Pagar S/. 500 por bebe, solo por dos días a la semana no me parece el precio más cómodo del mercado, pero como lo indiqué, la cercanía a mi casa fue el factor decisivo.

Ahora viene el tema del nido. Ellos tienen año y medio, hablan regular, caminan bien y ya interactúan entre ellos incluso. No sería muy descabellado que ingresen ya al año regular de nido. Me da pena, sí. Pues aún los veo chiquititos y siempre pensé que la edad perfecta para empezar sería a los dos años. Pero ellos cumplen en Agosto, aún falta para eso y en el nido me recomiendan empezar ya. «Recomiendan», ojo al piojo.

 

En el nido también se paga matrícula, cosa que no tenía ni idea. Son S/. 950 por niño y el 50% por el segundo. Es decir S/. 1450 solo en cuota inicial. Y luego S/. 1000 por cada uno de manera mensual. Me quedo calva de solo pensarlo. Me hiperventilo, me desespero y me pregunto qué demonios pasará cuando entren al colegio.

Para muestra un botón:

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Obviamente son las cuotas de ingreso, y mensualidades de los colegios «más caros» de Lima. Pero si nos ponemos a pensar bien, son la mayoría de colegios en Lima. Ahora, la pensión no baja de los S/. 1500 y me parece increíble. No es justo que la educación cueste tan caro en nuestro país. En otros lados el mismo estado incluso paga para que los niños y jóvenes estudien. Aquí, es la excepción.

Los especialistas sugieren que el niño ingrese a una guardería o nido entre los 18 y 24 meses,  porque en esta etapa el niño es más autónomo, dice algunas palabras, camina, y se muestra un poco más independiente.  Sin embargo, el niño podría empezar más temprano si tenemos que trabajar y preferimos este ambiente a dejarlo en casa al cuidado de una sola persona.
Si en cambio el bebe se queda en casa con mamá, siendo estimulando positivamente e interactuando con otros niños con cierta frecuencia, podría postergar el inicio del nido hasta luego de los 18 meses.

Es importante sentirnos seguras del lugar que hemos escogido para nuestro hijo.  Observa cuáles serán los cuidados y  los horarios.  Si es posible, asiste a una clase modelo.  Son frecuentes los casos en que las madres que trabajan fuera de casa se sienten culpables de enviar a sus pequeños al nido, pero no hay razón para esto, el nido lo beneficiará en el desarrollo socio-emocional, así verás que aprenderá a interactuar con otros niños, esperar su turno,  buenas normas de conducta, compartir los juguetes y hasta desrrollará su lenguaje de una manera significativa.  En general aprenderá nuevos hábitos que le servirán para su futura escolaridad.  Sin embargo, es importante respetar los ritmos y los tiempos de cada niño; si pasan aproximadamente 2 ó 3 semanas y el niño no logra adaptarse al nido, analiza la situación y evalúa otra alternativa.  Otra opción es esperar unos meses más para que nuestro niño inicia su etapa escolar.

En fin, de eso se trata la vida. De exprimirte al máximo y hacer que todo parezca perdido, pero en el fondo no es así. Tú tienes el poder y el control de cambiar esto, esforzándote y dando lo mejor de ti. Para ser mejores papás para nuestros hijos.

Me imagino a los papás de trillizos que conocí hace unos días y no me siento tan perdida.

Dios proveerá, dijeron por ahí. Lo espero con FE.

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Casos increíbles

Cada vez que leo una noticia de algún padre desnaturalizado, o madre, que maltrata a sus hijos, me indigna. Siempre me ha indignado y he repudiado a esa clase de seres humanos, si podríamos llamarlos así. Pero desde que soy mamá y después de todo lo que luché por serlo debo confesar que ese repudio se elevó al 1000%

¿Cómo es posible que el propio padre de un hijo torture casi hasta el mismo ahogo a un niño de 5 años? Ese día que vi la noticia, cuando apenas fue emitida por canal 9 no pude ni terminar de ver la nota y ya estaba llorando de impotencia frente a mi computadora. ¿Es eso posible? Es posible que exista gente tan DEPLORABLE en este mundo? Vamos, sé que no vivimos en un planeta de unicornios, flores de mil colores y arco iris eternos, pero torturar a tu propio hijo???? En serio???

Lo peor no es eso, es que vivimos en una sociedad que saca a la luz casos de este nivel, los registra en video, trae a la policía y cuando cree que salvó al mundo, el maldito es liberado. Cuántas veces más vamos a ver que metan a la cárcel por más de 5 años a personas que le tiran el casco a un policía, y dejar en libertar a un animal como este. Parece que vivimos en la misma jungla, a lo sálvese quien pueda y si te toca vivir con la desgracia de tener un padre así, pobre de ti. No es posible. Esto tiene que cambiar.

Vemos a diario casos de niños enfermos que nos necesitan, y muchos nos sentimos mal de no poder hace MÁS por ellos. Pero, no nos sentimos igual o peor cuando vemos un niño torturado por su padre? Una criatura que tal vez ni sabe lo que hizo mal porque NADIE le enseñó. Qué clase de madre deja que hagan eso con sus hijos. Si le pegan a ella, y ella aguanta eso no quiere decir que permita que hagan lo mismo con sus hijos. Qué mundo es este?

Me siento asqueada, indignada e impotente de no poder hacer más que quejarme. De no poder hace más que tratar de llamar la atención de entidades que al parecer ni existen en nuestro país, de darle like a las miles de personas que ponen «PENA DE MUERTE PARA MINAYA JANAMPA», de bajar rápido el scroll de mi mouse para pasar sin ver los videos que repiten y repiten en TODO el wall de mi Facebook sin parar las escenas del sádico «padre».

Hasta cuando vamos a ver juicios a padres que no pasan la pensión a sus hijos cuando hay tantos malditos sueltos que no solo no alimentan a su familia sino que también los torturan? Una voz no hace la diferencia, pero muchas voces yo creo que sí. Y si ayuda en algo: MINAYA JANAMPA, A LA CÁRCEL YA!

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Peso y altura

La semana pasada fue el control del año y medio de los bebes y su respectivo pinchazo. Como siempre, Marcel lloró un ratito y Naelle un montón, sufro con ellos cada vez que los vacunan. Esta vez tocó el refuerzo de la hexavalente y parece que duele un poco más ahora que están más grandes. No me queda más que abrazarlos y secarles las lágrimas. Todo lo hago por su propio bien y ellos algún día lo entenderán.

Cada vez que vamos al doctor, desde que son bebés, para mí es un poco estresante el tema del peso. Mes a mes luché para que salieran rápido de la prematuridad en cuanto a peso y puedan recuperar y llegar a un buen peso al año. Generalmente, dicen que deberían llegar con promedio 10 u 11 kilos al cumplir el año. Marcel logró el objetivo, pero Naelle no. Ella es chiquita, flaca y encima odia comer. La molestan como bebe light, pero a mí me estresa, me preocupa y me pone ansiosa. Lo reconozco y no tengo problema. Por eso es que a veces nos quedamos más de una hora en la silla intentando que coma (nunca obligándola a abrir la boca) estoy en contra de ello, pero sí distrayéndola y haciendo que juegue para ver si en algún momento abre grande la bocota como buenas veces lo hace feliz.

No pensé que sería necesario el recurrir a vitaminas o estimulantes de apetito, pero esta semana empezamos con el Pediasure y con el Pharmaton Kiddi. Eso y probar con varias cosas hasta encontrar qué le gusta más, muy a parte del huevo. El sábado que fuimos a tomar desayuno comió un platote de huevos revueltos (obvio que con Marcel) y me pareció increíble. Estaba feliz y abría la boca increíblemente grande, como nunca! Yo estaba feliz y un poco extrañada también.

Bueno, el tema es que esta lucha constante no se acabará de la noche a la mañana, y lo tengo claro. Solo me queda armarme de paciencia (tal y como me cargué de ella cuando de bebé no tomaba más que 2 onzas de leche) y seguir de pie en la lucha. Será una historia «linda» para contar cuando sea grande, mi china tendrá que hacer puntos con su viejita por todo lo que la hizo sufrir de bebé.

Y bueno, un mensaje para las mamis preocupadas, no hay que ser tan ansiosa ni esperar con miedo ni temor la hora de la comida, porque así como nosotras nos sentimos, hacemos que ellos lo sientan y sea peor. Solo vivamos un día a la vez aunque cueste, y si en un mes solo subió 100 gr. pensemos que el siguiente será un poco más, y así mes a mes. Total, no seremos las únicas con hijos difíciles para comer no?

Aquí algunos tips para llevar un mejor control del peso y talla de tu bebé:

La herencia genética y el momento de la gestación que el bebé elige para nacer determinan, en principio, su peso y talla. Así, el tamaño de los padres influye en el peso y talla del bebé no sólo en el momento del nacimiento, sino también en su desarrollo posterior. Respecto al momento del parto, hay que hacer una distinción entre los que nacen a término y los que se adelantan a la semana 38 de gestación. En otras ocasiones, una enfermedad materna que no le haya permitido recibir suficiente alimento durante el embarazo o una diabetes gestacional también pueden determinar el peso y talla del bebé al nacer.

Algunas de las preguntas que nos hacemos siempre, tienen respuestas. Por ejemplo

¿Cuándo se considera que un bebé nació bajo de peso? Por debajo de los 2.500 gramos, se considera bajo peso en los bebés nacidos a término, mientras que por encima de los 4 kilos, el peso es evaluado como alto. Un bebé promedio pesa 3 kilos al nacer.

¿Cuánto debería aumentar de peso y talla por mes un bebé? La medición del peso y la talla son controles rutinarios que llevará a cabo tu pediatra en cada visita. Es importante «no obsesionarse» con estas medidas porque los picos de aumento de peso y de crecimiento no son siempre los mismos y, durante el primer año, cambian cada trimestre. Así, durante los primeros tres meses, el aumento de peso oscila entre 750 – 900 gramos mensuales. Entre el tercero y sexto mes, decrece y el aumento gira en torno a 500 – 600 gramos mensuales. Entre el sexto y noveno mes, el aumento de peso es menor, entre 350 – 400 gramos mensuales. Y, finalmente, entre el noveno mes y el año de edad, el promedio mensual se sitúa entre 250 – 300 gramos. Aveces más, a veces menos.

Y ahora, las tablas referenciales de las tallas y pesos que debería tener un bebé a lo largo de sus primeros años. Es referencial totalmente, mi Naelle por ejemplo, no cumple con esta tabla y no moriré del estrés por eso.

cuadro de peso y talla

 

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Llegaron los 18 meses

Hoy cumplen 18 meses y simplemente siento como si cumplieran 18 años. Los veo tan grandes, tan inteligentes y tan independientes (a veces) que hasta imagino cómo será cuando se vayan al colegio. Cada vez me asombro más de cómo me entienden, de cómo jugamos y cómo hablamos en nuestro propio lenguaje.

Cada bebé tiene su tiempo, como lo hemos dicho antes, pero hay algunas características que son comunes a esta edad. Aquí el detalle como cada mes doble yemero.

Motricidad
A esta edad, el pequeño ya intentará correr, pero es posible que se tropiece en el intento. Puede subir escaleras, pero cuidado, seguramente necesita ayuda para bajarlas. También intenta saltar con los dos pies, pero aún le cuesta. Patea la pelota pero no puede arrojarla con tanta facilidad. Puede hacerlo pero de manera brusca. Trepar es una actividad que le agrada, por eso cuidado con las caídas y con los objetos peligrosos. Tu hijo nunca debe estar en la cocina mientras el horno esté encendido o existan ollas con agua hirviendo. Recuerda que los accidentes suceden en un segundo de distracción. Jugar con vasos de agua pasando el agua de un vaso a otro le resultará entretenido a la hora del baño. Ésto es una señal del comienzo del control de esfínteres ya que comienza a diferenciar lo que está dentro y lo que está afuera.

Lenguaje
Cada vez agrega más sonidos y palabras a su vocabulario. Quizás comience a articular frases simples para pedir las cosas que desee. «Quiero agua mamá» por ejemplo. Pídele algún objeto y cuando te lo entregue di «Gracias». Debes también  hacer el ejercicio a la inversa entregándole los objetos a él para que diga «Gracias». Ayúdalo diciendo: qué se dice? Para que él mismo responda.

Juegos
Colocar aros de mayor a menor tamaño sobre una base, apilar cubos, colorear una figura simple, aunque sea un garabato, resultará interesante para el niño como agrupar por color, o elegir figuras entre un grupo pidiendo que te las alcance. Moldear con masa, con formas de plástico, siempre que lo haga contigo o con alguien presente, le encantará. Yo muero por jugar con plastilina, pero aún no me animo por el miedo a todo lo que acaba siempre en su boca. Ya llegará el momento.

Conducta
Tu aprobación ante el buen comportamiento lo estimulará. Si nota tu expresión severa al portarse mal comenzará a distinguir lo que está mal. Si se enoja o tiene rabietas por que has dicho NO o lo has reprendido, mantén tu posición, pues si nota que de esa manera consigue lo que quiere repetirá esa conducta. También puede ser probable que tu hijo comience a morderte a ti o a otros. Recuerda que las mordidas suelen ser manifestaciones de amor y no de agresión y es importante que así se lo tome. En vez de retarlo enséñale en ese mismo momento cómo demostrar su afecto mediante un beso, una caricia o un abrazo. Nunca debes pegarle o morderlo para enseñarle lo que se siente ya que además de ser una agresión, pensará que si tu lo haces él podrá seguir haciéndolo. Recuerda, tu eres el modelo a seguir. Las pataletas ahora son más constantes, y como tienen fuerza ahora es más difícil controlarlos y calmarlos. Espero que pase pronto esta etapa porque es feo.

Alimentación
Puede que tengas suerte y tu hijo maneja la cuchara y el tenedor perfectamente. Los míos por ejemplo si tienen una cuchara en mano todo termina en el suelo. Pero en este momento podrás darte cuenta si es diestro o zurdo. Nunca intentes cambiar esto. No permitas que coma fuera del horario correspondiente y evita las golosinas. Luego del baño, y antes de dormir puedes comenzar como un juego a enseñarle a lavar sus dientes, haciendo que te imite frente al espejo. Lo que ingresa como juego terminará siendo otro hábito nocturno.

Sueño
Probablemente tu hijo ya duerme toda la noche. Pero también puede ocurrir que se deslice desde su cama y aparezca en tu cuarto. Debes preguntarle que le ocurre, acompañarlo a su cama, confortarlo y decirle que puede regresar cuando quiera a tu cuarto pero que esa es su cama y debe dormir allí. Hazlo tantas veces como sea necesario, de lo contrario siempre le parecerá más atractivo establecerse en tu cama.

Control médico
Es muy importante la visita al pediatra al año y medio para corroborar el incremento de peso y altura. También se le efectuarán algunos exámenes de audición y vista para descubrir precozmente alguna alteración en la evolución de tu hijo.

Seguimos en esta aventura que realmente es hermosa, pero agotadora. Doblemente agotadora en mi caso. Y bueno, tengo muchas cosas que contar y decir, pero el tiempo a veces no me ayuda. Por eso, a buscar huequitos para robarle minutos al día y continuar. De eso se trata no? De aprender a vivir contra el tiempo sin quitarnos la sonrisa de la cara.

Sigamos creciendo hijitos!

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Cada uno con su tema

Hoy tenía ganas de escribir un post distinto. Uno de esos que guardaré en un sobre y se los regalaré en un día especial. Uno de esos que salen del corazón, sin filtro y con la emoción a flor de piel que se hacen realidad a través de letras, palabras y conjunto de oraciones que fueron creadas a través de los ojos de una mamá enamorada mientras veía cómo se quedaban dormidos sus hijitos.

Puede que ahora no entiendan lo que daría por ellos, y tal vez me escuchen con atención cuando les digo «te amo», pero no llegan a entender aún en verdadero significado del amor y lo que me hacen sentir cada minuto de mis días cuando pienso en ellos.

Me cuesta creer que ahora tengo que hacer más que un esfuerzo para cargarlos. Están creciendo y debo confesar que eso me aterra. Pienso, me proyecto y cuando empiezo a sufrir trato de cambiarme el chip y disfrutar el hoy. El hoy que vivimos y me hace tan feliz a pesar de terminar mis días con as piernas molidas y la espalda partida. Una palabra nueva, una mueca distinta y todo lo que hagan en sus días será motivo de celebración, todo menos las pataletas obvio.

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Por esto y más, quiero decirles algunas cositas para que sepan lo que vivimos juntos ahora:

Empezamos contigo mi china. Un cascabel (como te dice la miss del nido). Todo el día de aquí para allá, corriendo con tus patas flacas y tu sonrisa de oreja oreja y ojos chinitos. Aprendiste a correr cuando recién te soltaste de mi mano para caminar. Cómo te gusta la calle! Llego del trabajo o ves que alguien llega a la casa y los recibes con un «vamo calle». Claro, antes mueves tu manito en dirección a ellos diciendo «holaaaa». Pero lo más bonito es cuando en la mañana al despertarte y ver a tu hermano le dices «hola manoooo». Pobre de que no te demos tu «tete» a la hora que la pides. No sé cómo haremos pero tenemos que cambiar esos berrinches, con patadas incluidas cuando simplemente quieres tu leche por la mañana. Lo mismo es en la noche, cuando ya te duermes, tenemos que esperar un poco para que aguantes en la noche y darte tu leche antes de que te despiertes, sino, sálvese quien pueda! Aún sufrimos algunas noches. Tal vez tienes unas cuantas pesadillas, o un zancudito pasa por tu orejita y te despiertas, pero al toque corremos para ponerte tu chupón «popón» y tu trapito «pito» que sin ellos, simplemente no podrías conciliar el sueño. Tratamos de no hacer bulla cuando ya estás en tu camita, porque si nos escuchas hablar o ver algo en la tele te despiertas como recién saliendo de una «siesta» y dices «aveeeer». Respondes con fuertes «no» cuando no quieres algo y recién has entendido el significado de un «sí» porque veo que lo usas con más frecuencia también. Ahora, la verdadera hora del terror es a la hora del almuerzo. Qué niña realmente, no te gusta nada de nada. Llegué a filmarte en un video para que  me creas y sepas TODO lo que pasamos a la hora del almuerzo y la comida. Se te da por «pollo» y comes solo unos cuantos pedacitos, se te da por arroshhhh y comes poquitas cucharaditas, amas el huevo revuelto como tu hermano, pero no solo de huevo se vive hijita. Si pudieras alimentarte de agua serías la más feliz de la tierra. Cuándo comerás rico? Ese día créeme que haremos una fiesta! Otra cosa que te encanta es cantar «estrellita», me pides que te cante y tu la continúas «onde tash», es lo máximo verte cantar y sonreír cuando la cantamos juntas. Me pides tus videos preferidos con el dedito y luego cambias de canal tu sola. Mi chiquita mandona. Últimamente te dan rabietas al momento de salir de la tina, entiendo que hace un calor horrendo, pero no se pueden hacer esas pataletas y menos cuando estás en el agua china. Basta con que me veas alistar tu toalla y empiezan los gritos, manotazos y caras largas. Saliendo a cambiarte pides tu popon y tu pito, al toque empiezas a cerrar tus ojitos para activarte nuevamente luego del pañal. Tu papá te toca guitarra y tú quieres hacer lo mismo, luego de pelear con él por un rato finalmente te duermes, hemos hallado la técnica perfecta. Tienes una energía envidiable y matadora mi china. Espero la conserves hasta grande, sino serás una vieja sin fuerzas como yo. A veces me provoca pedirte que ya no crezcas, pero es imposible, y la ley de la vida no perdona. Solo me queda vivir al máximo cada minuto que Dios me de a tu lado. Sigamos creciendo que me enamoras cada día más.

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En cuanto a mi chino hermoso amor de mi vida. Cómo explicar que soy adicta a tus pezuñas y deditos gorditos redonditos como de chanchito. Son tan perfectos que solo con verlos me provoca estrujarlos y llevarlos en mi cartera. Empiezas el día con una sonrisa y mi nombre bajito «mma mmma» y no hago más que ir corriendo y levantarte. Sudas mucho en la noche a pesar que te prendo el ventilador en el cuarto y no te tapo con nada. Eres una termita hermosa. Y aunque a veces reniegas en la madrugada y hablas dormido, me haces levantarme de un salto de la cama para correr a ver que te pasa, siempre te duermes de nuevo. Amas que te pase a mi cama para dormir juntos, y aunque tu papá me diga que no lo haga, sé que a él también le encanta. Cuando nos vamos a jugar y quieres que haga algo por ti, me pides la mano y me llevas hasta donde quieres que vaya (por ejemplo a recoger una pelota debajo de la mesa), me señalas con el dedo y me pides que cuente: unooo, doooo, teeeee. Cuentas incluso hasta 10 cuando te dan ganas de hacerlo. Todos se sorprenden de eso porque cuentas hasta las letras de los carteles del parque. Y sino puedes me pones el dedo a mí en el cartel para que te ayude. Me enamoro cada día cuando me cuentas cómo hace el pato, el perro, el gallo y la oveja. Luego decimos BRAVO y aplaudimos juntos. Incluso a veces juntas mis manos para que yo aplauda más fuerte. Lo que no me gusta es que siempre empujes a tu hermana cuando quiere hacerte cariño: ella feliz se acerca a decir «mano mano» y quiere hacerte cariño pero tú la haces a un lado. Igual te ríes de todas sus payasadas pero no te gusta que te abrace. A mí te me trepas como mono: me pisas como si fuera un tapete y escalas hasta mi cabeza cuando quieres. Estoy segura que así serás más adelante con tu hermana. Creo que lo que no te gusta es cuando grita, te desespera y tal vez te preocupa. Hace unos días no quieres ni probar la comida que te hacemos en la casa, juro que he llegado a las lágrimas cuando ni tú ni tu hermana quieren comer. Luego de eso te ofrezco Yogur y qué tal bocaza me abres, con un huevo revuelto es la solución. Lo mismo que a tu hermana: solo de huevo no se vive pues chino. Me acuerdo cuando tomabas solo 3 onzas de leche máximo, ahora son 10 las que tomas en cada biberón y es increíble. Creí que ese momento jamás llegaría, y cuando compré el biberón de 11 onzas me sentí realizada (aunque suene loco). Hace dos días me di cuenta que ya no quieres tu biberón, ahora la tacita de jugo es lo que tu quieres. No entendía porqué ya no querías jugo hasta que me di cuenta que estás creciendo. Mi chino del alma se hace más grande y más fuerte cada vez. Yo, desde mi lugar te observo y te acompaño a cada paso que das, y así será toda la vida. Pero un día llegarás a visitarme y serás tú el que me diga para ir a pasear al parque y yo no haré más sonreír y ser feliz. Contaré las horas que me faltan para vernos así como tú las cuentas hoy con tu hermana para que yo llegue del trabajo. Tu no tienes un trapito como tu hermana sino tienes mis manos, las agarras, acaricias y pellizcas cada dedo antes de dormir y cuando estas en el coche. Es tu vicio además del chupón. Llega la hora del baño y nos miramos al espejo para hacer muecas y travesuras con el agua. Amo tus carcajadas y cuando te revuelcas en la cama antes de dormirte. Caes indefenso como una mosquita cuando ya no das más. Te llevo a tu cuna y con un beso en la frente te digo: te amo hijito, sueña con los angelitos. Y así es hasta el día siguiente que volvemos a empezar una nueva aventura.

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Es increíble cómo dos personitas que salieron de mí, a la vez, sean tan distintas dentro de todo. Cada uno es un mundo, un universo único y perfecto que gracias a Dios veo evolucionar cada día. Los mellizos tienen una conexión única, pero a la vez, son individuales y tienen personalidades bien marcadas y definidas desde el día número 1 en que llegan a la tierra. Solo espero que llegue el día de leer esto juntos y reírnos recordando todo lo que vivimos.

Sigamos creciendo y aprendiendo juntos bebés.

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