Hoy es un jueves que parece lunes, pero es raro porque se cierra el mes y a la vez parece que recién empieza, y con ese mismo cierre vienen cuentas por pagar y también, cosas por contar para cerrar «con broche de oro» el mes.
Ha sido un mes un poco complicado, celebramos el día del padre, lindo y bello, pero con los bebes enfermitos. Aún con inhaladores y tratamiento un poco largo para que no recaigan, seguimos de pie en la lucha. Y bueno, cuando uno se enferma, se enferma el otro, y cuando eso pasa una está con la mente divida en mil pedazos. Lejos en el trabajo pero dejando el corazón y el cerebro controlador en casa a través del teléfono.
Para remate, con todo este problema llegó el momento de hablar de un tema que pone los pelos de punta a cualquier persona hoy en día. Un tema del que no quería hablar hace mucho, pero es hora de botarlo todo y desahogar para relajar: LAS NANAS!!!
Por suerte, tengo una buena nana trabajando con nosotros hace ya más de un año, pero no he tenido mucha suerte con la segunda mano. Con la asistente todo servicio que también nos acompaña. La verdad es que he intentado hacer de todo. La mayor combinación posible: nana + chica cama afuera; nana + chica cama adentro; nana + chica por días, y a eso le agregamos a mi mamá y a la chica que trabaja con ella que también ayudan con los bebes. Y además de todo: mañana «libre» porque los bebes ya van a nido. Entonces, ¿por qué tanto rollo en encontrar una chica buena con ganas y pilas de trabajar?
Siempre he tratado con cariño, respeto y consideración al personal que trabaja conmigo. Al final aplico lo que me gustaría que apliquen conmigo en el trabajo, total es también su casa y vive conmigo. Comparte más tiempo con los míos que con su propia familia.
Pasamos días buenos, salimos todos juntos como una familia, la engrío, y le damos la confianza para decirnos lo que necesita directamente. Pero lo peor viene cuando te dan el puñal por la espalda, y a pesar de todo, no les importa nada. Un día a las 11 de la noche escribe diciendo que no podrá llegar el lunes (justo cuando los bebes se enferman), y promete llegar en la tarde, y esa misma tarde espera mi llamado para decirme que no vendrá tampoco en la tarde sino al día siguiente. Eso ya es una falta de consideración. Luego, un feriado, único día que puedo «dormir al menos una media hora adicional», sube la escaleras como si fueran las 3 de la tarde (siendo aún las 6 am antes de irse a disfrutar su merecido feriado) e irrumpe a mi cuarto sin avisar diciendo a voz en cuello: señora marité, me va a pagar hoy???. Pues 29 de junio no es fin de mes, pero ella tenía un plan ya estructurado. Por eso quería recoger el pago de su primer y único mes trabajando con nosotros.
Un fin de semana antes estuvimos comiendo Bembos todos juntos y ella feliz se reía agradeciendo por el buen momento, y unos días después, llegando el 30 del mes esperando a que esté a punto de subirme al carro para irme a trabajar me dice: señora le quiero decir que solo trabajaré hasta hoy.
Simplemente, son cosas que NO SE PUEDEN CREER. Esta persona salió de una agencia de empleos, la peor agencia que existe por cierto, que no le interesa el problema en el que se meta el cliente. Pues, cuando le reclamé la forma en la que me estaba avisando su salida (sin darme chance de buscar un reemplazo teniendo en cuenta que soy una mamá que trabaja) me comentó campantemente que la agencia ya sabía eso hace 15 días. Ah sí??? Y ellos mismos le recomendaron que no me dijera nada, por si fuera poco. Por eso ahora no confío ni en las agencias, ni en nadie.
Estoy molesta, y creo que es lógico. Una vez más me fregaron, y una vez más me vieron la cara de tonta.
Qué decepcionante a veces puede ser la vida. A veces das la mano y no se suben hasta el codo, sino que te la tuercen y hacen lo que se les da la gana con ella. Cuánta gente sin valores más podremos conocer a lo largo del tiempo? La verdad es que asusta un poco.