Si bien es cierto mis mellis ya están grandecitos (hoy cumplen 2 años y 2 meses) ambos tienen aún cosas de bebés. Fuera de que siempre serán mis bebitos hasta cuando sean dos adultos, mi chino sigue con sus momentos chukis y berrinchudos y mi Naelle, no quiere dejar su chupón. ¿Es esto un problema?
Muchas corrientes señalan que el momento oportuno para quitar el chupón es a partir de los 12 meses. Algunos creen que su uso prolongado deforma el paladar, causa frenillo, ralentiza el tiempo del habla, malogra la dentadura, y muchas muchas cosas más. Pero por otro lado están los expertos que opinan lo contrario y hasta garantizan que en lactantes de usan chupón se reduce el riesgo de muerte súbita. Mi corriente, la mellicera pulpin maritips, dice que no es malo siempre y cuando no abusemos ni prolonguemos su uso.
En el caso de mi hombrecito no fue problema. Nos ayudó los primeros meses, fue mi mejor amigo en noches largas y en llantos sin razón, pero un buen día se lo sacó de la boca, dijo «No» y lo tiró al suelo. Nunca más lo quiso agarrar y ahí terminó su relación. Mi lady es distinta, ella no puede conciliar el sueño sin su chupón ni su trapito. A veces lo pide en la mañana, cuando está engreída o aburrida, pero ahora ya entiende que esa no es hora de usar chupón. Por ahora solo se lo damos al momento de la siesta y en la noche antes de dormir. Así lo manejamos mejor y estoy segura que en un tiempito, no muy largo, lo dejará por completo. No quiero quitárselo de golpe. Me da mucha pena porque la relación entre ellos es «muy fuerte» pero sin llegar a ser «dependiente» felizmente (love my chupón) aunque no lo crean.
Y bueno, mi china habla todo, no tiene dientes chuecos, ni paladar hundido, ni nada de infecciones ni cosas raras. Por eso, no estoy tan desesperada por quitarle el chupón. Pero sí estoy interesada en ver cómo haré porque estos son los únicos dos que le quedan, pues ya va rompiendo más de 10 porque los muerde y luego ya no sirven, y lamentablemente no venden de esos chupones aquí. Esa es la verdadera razón por la que estoy contra el tiempo en mi operación «chupón off».
Desde hace un mes más o menos ya decidimos quitarle el chupón a la china, pero sin generar ningún tipo de trauma ni choque emocional. Lo decidimos porque le aparecieron una especie de ronchitas al rededor de la boquita. Unas 3 o 4 que estéticamente se veían lindas porque formaban un triángulo perfecto (es verdad) y cuando la llevamos al doctor, nos preguntó si estaba babeando mucho y le dijimos que sí porque había estado resfriada, pero luego me puse a pensar y es exactamente al nivel de los bordes de su chupón. A eso se le suma la saliva y hace que esas ronchitas aparezcan manifestando la incomodidad de la piel. Debíamos actuar.
Por eso le contamos que el chupón estaba cansadito y necesitaba dormir mientras ella jugaba para poder acompañarla en la noche. Al parecer lo entendió porque ella misma lo tapó con su trapito y lo guardó en su cajón. De vez en cuando lo pide con sus cejas de cangrejo engreído diciendo «mi chupón» pero luego ella misma se responde diciendo «no es hora» y con cara de angustia se pone a llorar. Pero entiende que ya no es hora de chupón. Lo difícil vendrá luego, cuando el chupón se tenga que ir de viaje para no volver más. Veamos cómo nos va…
Aquí algunos tips y opciones por si quieres empezar a quitarle el chupón a tu peque:
– Descubre si tu hijo está preparado para dar este paso. La edad indicada para dejar el chupón es entre los 12 y los 24 meses, cuando el niño empieza a separarse de la mamá y a encontrar satisfacciones en otras actividades, como el juego.
– Elige el momento adecuado, una época en la que tú tengas tiempo y paciencia para apoyar a tu hijo en esta difícil tarea para él.
– Una vez has decidido quitarle el chupón, cuéntaselo a tiempo para el acontecimiento. Una buena idea para quitárselo es contarle un cuento, en el que, un buen día, como por arte de magia, el chupón desaparece.
– Escucha sus reacciones: debes permitirle expresar sus sentimientos, su miedo a no conseguirlo. Saber que tiene tu comprensión es muy importante para él.
– Prepárate para soportar su crisis y no ceder: llegarán momentos en el que el niño llorará y pedirá el chupón con desesperación (me parte el alma de pensarlo pero debemos ser fuertes). Lo pedirá insistentemente, pero tendrás que ser fuerte porque una vez dado el paso, no deberás volver atrás.
– Ofrécele un sustituto: El niño debe ser gratificado con otra cosa, para demostrarle que ha sido mayor y merece cosas de mayores. Un juguete o algo que sepas que le encantará.
– No te molestes y no le grites comparándole con otros niños que ya han dejado el chupete. Cada niño tiene su ritmo.
– Si por la noche está acostumbrado a dormirse con chupón, introduce un nuevo ritual que sea agradable: una canción bonita, un cuento, o algo que le ayude a separarse calmadamente del mundo, al quedarse dormido.
Entre las otras rutas están las más radicales, que son quitarselo de golpe, contarle que lo has regalado a un niñito que lo necesitaba más, pero ya eso depende de ti y de cómo quieras manejarlo.
Lo que sí es que nuestros peques ya están dejando de ser tan peques y tenemos que ayudarlos a seguir creciendo, aunque nos duela un poco más que a ellos. Desde chiquitos experimentan que crecer, duele.
¡PRIMEROOOOOOOOOOOOOOO!
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Elmito solo uso un chupón y únicamente por algunos días, que ahora está guardado como recuerdo junto a su uña y su primer diente caído.
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Elmo, guardas uñas??? Yo guardo sus pelos jajaja pero uñas no! jajaja
Vamos a ver cómo le va a mi china…
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