Este es el primer post del año. Un año que promete mucho y sin duda le pondremos fuerzas para ser mejor que el anterior. Esta vez, empezamos el primer día del año (domingo) con un rico marmoteo en pijama hasta las 3:00 pm TODO en la casa, y luego a pasear. Es así como puedo decir ahora, que casi todas las tiendas y lugares comerciales están cerrados el 1 de enero. Fue así como terminamos en el cine.
Es la segunda vez que los llevo, y la verdad es que es todo un reto llevar a los peques al cine. Primero, tienes que ir dispuesta a todo: si pagas las entradas puede que hayas pagado solo por unos minutos de película, puede terminar en llantos, en correteaderas por toda la sala y hasta en avalancha de cnachitas y todo lo que tengan a la mano. Es toda una aventura cuando van tan pequeños.
Si bien hay niños que desde muy chicos pueden aguantar toda una película de principio a fin, hay otros que no. En mi caso, los míos se contagian y cuando uno empieza con sus travesuras, el otro lo sigue, y viceversa. Nos tocó tratar de ver «Sing», una película divertida de animales y canciones (parecía ser perfecta). Entramos a la sala minutos antes para que puedan ingresar con luz y no a un ambiente totalmente oscuro, nos sentamos y empezó la comilona de cosas que les gustan: a él sus papitas y a ella su canchita; saqué sus toma-todos de agua y se los puse a cada lado. Ellos estaban al centro y nosotros a los lados bien pegados al pasillo para cualquier emergencia de cualquier tipo. Empezamos bien, veían atentos los dibujos y cuando empezó la película Marcel incluso a veces repetía lo que decían en la pantalla. Pasaron a lo mucho 40 minutos cuando Naelle de la nada me dijo «quiero ir a la casa», y se paró de su silla. Marcel, dijo «a casa a casa» y también se paró. Fue ahí donde empezó todo. Se perseguían entre ellos hacia arriba y abajo del pasillo del cine, con risas y grititos de emoción. Estaban felices y nosotros parados viendo que no pasara nada, mientras veíamos la película así, parados. Pero como nunca falta una loca histérica en todas partes, una señora dijo «Diossssssssss» cuando los bebes correteaban y se reían. Yo me pregunto, a caso no es una película de niños, en horario de niños y en una sala repleta de niños??? De verdad que me sentí indignada. Por eso y por algunas miradas que daban más que cólera, les dije a los peques que ya nos íbamos. Al final la plata que perdimos no importó porque al menos esta vez duraron un poco más que cuando fuimos a ver Dory. Por eso pienso que poco a poco les irá gustando más y podrán ver películas más largas.
Tengo algunas recomendaciones para ti, si has pensado llevar al peque al cine por primera vez:
- Determina si está listo para ir al cine: Creo que no existe una edad adecuada para ver una primera película. Eso depende, pero en general suele fijarse entre 3 o 4 años de edad. Si son sensibles a ruidos fuertes o a la oscuridad, quizás convenga retrasarlo hasta el momento en que el niño o niña pueda comprender de un modo más o menos racional el funcionamiento de una sala de cine; no obstante, sí podríamos empezar a reproducir películas infantiles breves en casa.
- Elegir la película perfecta: Si le gustan los animales, ya sabes qué tipo de películas elegir; si es ansioso puedes tratar de que sea una película más tranquila, sin ruidos tan fuertes o algo similar. Aquí tenemos una lista que nos recomendaron de películas perfectas para los peques. Lista de pelis para peques.
- Ingresa a la sala aún con la luz encendida: Para evitar cualquier tipo de susto o sobre salto, es mejor entrar a la sala cuando aún no están proyectando anuncios ni nada en la pantalla. De hecho sería mejor que empezara directamente la película, pero no es posible. Entonces te toca distraerlos un poco hasta que empiece la misma película.
- Planifica el mejor momento del día: Si sabes que a las 3:30 pm es su hora tranquila porque antes de eso toma su leche y se queda en paz un momento, esa es la hora perfecta. Además en ese horario suelen ir más niños y niñas que hablarán en voz alta y hasta incluso se pararán a jugar y no tendría porqué molestar a los asistentes porque es una sala y horario justamente para niños. Asegúrate también de haber ido al baño, o de haberle cambiado el pañal a tiempo, de tener agua, y los piqueos que más les gusten.
- Déjalo fluir: Tienes que estar con la mente abierta. No vas a ser la primera familia que ha dejado una sala de cine entre lloros, gritos y melodrama. Puede que sientas que has tirado el dinero en unas carísimas entradas de cine, pero son cosas que suceden y es necesario aceptarlas: lo contrario sería obligar a una niña o niño pequeño a enfrentarse a algo para lo que está preparado. Ahí sí que estaríamos mal.
Así que ahora ya lo sabemos, no hay edad perfecta para llevarlos al cine, ellos mismo deciden cuándo estar listos para disfrutar una película completa o al menos parte de ella.
Bienvenido 2017!
¡PRIMEROOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
Me gustaMe gusta
Definitivamente salir con niños es estar supeditados a lo que ellos quieran hacer.
Puede ser solo los primeros minutos de una película, solo la estación de bomberos de Diverticy (Elmito dijo «ya vimos a los bomberos, ya nos vamos»), solo un minuto en la cama saltarina (luego de haber jugado fútbol, ido caminando al parque y pasado por todos los juegos la energía se le agotó), solo las papitas fritas del combo (solo quería el juguete) McDonalds, etc.
Hay que ir siempre preparados y con los tomatodos llenos de agua.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Elmo, exacto. Uno nunca sabe lo que puede «provocarle» al peque y solo hay que estar preparados y dispuestos a cambiar de planes. Lo bonito es que se intentan cosas nuevas y al menos uno como papá puede decir: lo intenté, pero no le gustó.
Un beso!
Me gustaMe gusta