El calor parece estar peor que nunca, al menos yo lo siento como el verano más asquerosamente caliente de la vida. Es como si estuviéramos dentro de un horno, literal, cada vez que salimos a la calle o estamos haciendo alguna actividad que involucre movernos. Si no hay ventilador o aire acondicionado, es una muerte lenta. Odio el calor, se nota? Bueno, ahora que estamos en este estado de «achicharramiento continuo», es una super idea bañar a los peques al menos dos veces al día.
Recuerdo que cuando estaban más bebitos, lo bañaba en la mañana, solo una enjuagada sin shampoo ni jabón, y ya en la noche venía el baño oficial con todas las de la ley. Ahora que están más grandes, si no los metemos a la piscinita inflable en la casa, los bañamos en la tina un rato antes de cambiarnos. Pero lo que no cambio por nada del mundo es el baño antes de dormir.
¿Por qué es tan importante este momento? Es un momento de conexión pura entre la mamá y el bebé, tan fuerte es esta conexión que muchos expertos recomiendan que si no es la madre o el padre quien lo bañará algún día, la persona encargada deberá hacerlo con guantes, a mí me parece un extremo pero por algo lo mencionan en todos los libros y artículos. Es el momento piel con piel, ese que les recuerda cuando estaban en el vientre de la mamá.
Para disfrutar juntos de este momento tan lindo, es importante tener algunas cosas en mente para que nada falte y sean los mejores minutos del día para los dos. Si bien la mamá sale cansada por la posición o por el mismo hecho de retener fuertemente el cuerpo del bebé, es un momento especial para relajarse. Debes transmitirle toda la paz que se pueda para que luego, a la hora de dormir, sea tan placentera que no querrá ni tendrá ganas de levantarse de madrugada llamando a su cansada mamá.
Aquí algunos tips y consejos para pasarla lindo al momento de ir al agua:
- Buscar todos los implementos: Es importante anticiparnos y dejar todo en orden antes de meterlos al agua: toallas, cambiador, ropa que les vamos a poner, pañal, cremas; además de lo que está siempre en el baño: shampoo, jabón, cepillo de dientes, y todo lo que creas que puedas necesitar.
- Prepara el agua: Asegúrate que la temperatura sea la adecuada: ni muy caliente, que queme y asuste al bebé, ni muy fría que haga que el bebé salte de golpe a ingresar a la tina. En invierno un poco más tibia y en verano no tanto para refrescar más.
- Ten lista su toalla: Cuando estés a punto de meterlo al agua asegúrate de tener cerca la toalla que usarás. Yo uso unas que son una especie de mandil, que te cuelgas al cuello y cuando lo sacas del agua solo lo cargas y lo pones sobre tu pecho y lo envuelves, es un éxito (más abajo les cuento cómo pueden hacer para llevarse una y probarla en casa).
- Siéntete cómoda con los productos que usas: Desde que mis hijos estaban bebés probé muchos productos hasta que me quedé con uno que hidrataba su piel, la cuidaba y no era fuerte para ellos. Es bueno tener un producto adecuado y tú sentirte tranquila con ello. Eso ayuda a relajarte cada vez que apliques algo sobre su piel.
- Hazlo divertido: Es un momento lindo para relajarse juntos, conversar, cantar, jugar y reírse. Por ello pon en la bañera juguetes especiales para agua (pueden se patitos cuando son bebé), luego pueden ser figuras especiales para el agua que se pegan en las paredes, o hasta crayolas especiales para dibujar en la tina. Nosotros hemso jugado hasta con burbujas y la pasamos bomba.
- Comparte con la familia: Si tienes otros hijitos, puedes incluirlos en el baño también. A veces es bueno hacerlo solo de a dos para compenetrar más, pero de vez en cuando es bueno hacer un baño con los hermanos, se divertirán mucho de todas maneras.
- La despedida: Algunos bebés odian ese momento, salir del agua, porque están tan divertidos que quieren más. Es bueno avisarles algunos minutos antes que el agua ya se va a dormir igual que él/ella, entonces empiezas a sacar el agua de la tina o retirar el tapón para que se vaya yendo de a pocos. Juntos le dicen adios al agua y le aseguran que el día de mañana se volverán a encontrar.
- Los masajes: Esto es un ritual que puedes hacer hasta mucho más grandes, no solo de bebés. Con una cremita hidratante o una especial de lavanda (amo las de la marca Aveeno) les puedes dar masajes en sus bracitos y piernas, con esto caerán como mosquitas a la cama y tú podrás ser un poco más libre para disfrutar algunos minutos para ti y el papá.
Recuerda que este es un momento especial que ellos recordarán para toda la vida, y tú también. Aprovecha cada día, cada juego, cada empapada de ropa, cada limpiada de piso al final del baño, todos esos momentos no volverán y más adelante ellos mismos querrán bañarse solitos, y ahí extrañarás con el alma entera. Además, si le das estos momentos, dormirán toda la noche y soñarán relajados. Eso es lo mejor de todo.
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También debes aprovechar que a esta edad les gusta bañarse frecuentemente.
No sé como será con las mujercitas, pero Elmito a sus 6 años ya no quiere bañarse tan frecuentemente como antes, supongo que su gusto por jugar es mayor al de bañarse.
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Ahora AMAN la hora del baño y tal vez sea por el calor pero quieren quedarse ahí por horas si es posible!
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