El famoso «yo no sabo»

Desde hace unos días mi china está un poco emocional, de todo empieza a llorar y como que no quiere saber nada de gente nueva. Sin ir muy lejos, el fin de semana que salió con su papá a Vivanda a comprar algunas cosas para el desayuno del día siguiente, muy enfática ella le dijo: «papá, voy a tener que saludar a alguien? Porque no tengo ganas». Desde chiquita, ya se va notando la marca, el sello, y esas cejas de cangrejo cuando algo le fastidia, no nacieron de la nada. Ese sello, tiene nombre y apellido de una persona con carácter fuerte: ¿de quién será?.

Esta semana, es su semana especial en el nido, y desde el lunes estamos felices de ir cada día al nido. El lunes llevamos su pancarta de «All about Naelle», hoy tocó su libro preferido, mañana un juguete y el jueves es su actividad especial con mamá y papá en el nido. Ella y yo estamos emocionadas preparando todo para ese día, pero ayer algo no le gustó.

En la mesa del comedor, con todos los materiales para hacer las prácticas de lo que haremos el jueves, ella no tenía ganas de eso, las ganas de ir al parque y montar en su patineta eran más fuertes que ella y vino el berrinche. Es así como empezó toda nuestra aventura gramatical de «saber» lo que le molesta a mi china.

Como estaba tan desatada y no paraba de gritar y decir que no quería, que ella quería ir al parque y patalear y hasta chorrearse al suelo, me la llevé a su cuarto un poco molesta. Respiré y la senté en su sillita y yo me puse en el suelo frente a ella:
– Hija, no te estás portando bien.
– …silencio y puchero…
– Dime qué es lo que te ha molestado?
– …más puchero…
– Cuéntame para poder entenderte, no te estás portando bien.
– …lágrimas…
– Qué te molesta?
– YO NO SABO MAMÁ…

Luego de eso pensé bien qué responderle, y le dije que yo sabía que algo le había molestado y por eso se sentía frustrada pero que no tenía porqué reaccionar así, que la próxima vez lo piense bien antes de hacer ese berrinche. Se bajó de su banquito y me abrazó diciéndome que ya no lo haría más. Estoy segura que volveremos a tener esa conversación, pero con paciencia poco a poco estaremos mejor.

Y todo eso me llevó a preguntarme por qué los niños usan en algún momento de su vida el «yo no sabo», y es muy interesante en realidad.

El niño cuando dice “Yo sabo”, ha descubierto una regla gramatical de los verbos terminados en “er” sabe que…

De correr “Yo corro”

De tener “Yo tengo”

De correr “Yo corro”

De saber “Yo sabo”, pero el español es un idioma que tiene verbos irregulares, esto el niño no lo sabe y ahí su error.

Si lo pensamos detenidamente, tiene total sentido, el verbo «er» tiene algunas variantes y los niños aún están empezando a conectar con fluidez y con mayor rapidez y entonces para eso estamos nosotros, para ayudarlos a entender que algunas cosas no se dicen como parecen. Pero dentro de todo el error, es tierno escucharlos decir eso o no?

De aquí sacamos dos lecciones: ayudar a nuestros hijos a entender sus sentimientos cuando algo les molesta o los frustra; y ayudarlos a que cada vez irán hablando de una manera correcta usando verbos y adjetivos adecuados.

Después de todo, yo sí sabo de estas cosas gramaticales, así que será una gran melliaventura para nosotros.

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5 comentarios en “El famoso «yo no sabo»

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