El día de ayer pude asistir a una interesante charla del Licenciado Pedro Sánchez, terapeuta ocupacional especialista en estimulación neurosensorial, en el Colegio San José de Monterrico. Este evento se dio para la escuela de padres del colegio, si bien aún los míos no ingresan a uno, nos invitaron y fue realmente una suerte ir y poder escuchar tan brillante ponencia.
Primero vayamos a los básico: qué es estimulación neurosensorial?
Son todos aquellos estímulos adecuados enfocados en ayudar a madurar el sistema nervioso central del bebé, desde que nace y va creciendo, los cuales permiten que su sistema interprete y organice las informaciones captadas por los diversos órganos sensoriales del cuerpo.
Los seres humanos percibimos el mundo a través de los sentidos. Nosotros, adultos, ya sabemos, decodificamos y entendemos cada cosa vemos, oímos, probamos, y escuchamos y sentimos. Pero para un niño todo es nuevo y debe integrar toda esta información que les hace posible formar una idea de la realidad y les da la oportunidad para desenvolverse positivamente en su entorno cotidiano.
Este aprendizaje empieza desde el embarazo, todo tiene que ver con el desarrollo cerebral del niño que recién se está formando, continúa con el parto y luego con todas las etapas del crecimiento. Es todo un mundo cuando hablamos del cerebro.
El especialista nos presentó una metáfora que me hizo entenderlo todo. Un niño es como una mesa de cuatro patas. Estas patas deben ser todas del mismo tamaño, si una está coja, la mesa se tambalea. Esta mesa son las habilidades para el aprendizaje de un niño: la pata cognitiva, la del lenguaje, la sensoriomotriz y la emocional. Todas, deben estar igualmente fortificadas y bien logradas para que un niño tenga un desarrollo positivo.
El mensaje más claro fue cuando explicó la importancia de la presencia de los padres en el día a día de los hijos. Todo lo que se haga con ellos será 10 veces más importante y más potente de la mano de sus padres. Es decir, si en el nido le enseñan una canción, él la recordará aún más cuando en casa la cante junto a su mamá o a su papá. Recordará los parque que visitaban los fines de semana, más grandes cuando visiten lo que tanto apasiona a sus padres (como el estadio por ejemplo, o el primer colegio donde estudiaron), el hijo querrá hacer lo mismo con sus hijos. Son los recuerdos que de verdad quedan y son los que ayudan a desarrollar aún más el cerebro.
Hablamos también de los dispositivos electrónicos, que están tan de moda y son «tranquilizantes» por excelencia. Lo recomendable es no darle este tipo de aparatos a los niños hasta pasados los 5 años, y si se dan antes, pues que sean medidos porque imagínense un niño que juega y ve tele todo el día, recibe estímulo tras estímulo y nunca lo descarga mediante acciones. No como por ejemplo jugar con un globo o con la pelota, el niño piensa y mira la pelota y luego la patea, o persigue al globo cuidando que no se vaya lejos. Recibe, y descarga, esa es la mecánica correcta para el aprendizaje.
Tenemos todo un mundo de posibilidades y ejercicios que ayudan al desarrollo de nuestros hijos. En realidad, es muy interesante este tema en el que toda la familia se debe comprometer. Porque como todos dicen, lo real se aprende en casa, el nido o colegio es solo un refuerzo.
Para más información y artículos muy interesantes, visiten el fanpage del Licenciado Pedro Sánchez, bajo el nombre de Red Sensorial en Facebook. Ahí podrás acceder a tips y consejos para mejorar y ayudar a tus hijos.