Ahora que mis chinos están más grandes, los accidentes en casa están a la vuelta de la esquina. Y como las tentaciones, leyes de murphy o mala suerte, como lo queramos llamar, existe, es mejor prevenir que lamentar.
Qué impotencia tan grande cuando llego de trabajar y veo algún rasguño, raspón o moretón en alguno de mis hijos. Es que nunca nadie los cuidará mejor que su mamá, a todos nos puede pasar, pero el ojo y cuidados de la mamá son ÚNICOS. Y como para una madre «TODOS LOS ACCIDENTES SE PUEDEN EVITAR», es mejor tener todo a prueba de niños al extremo. Es un estrés y hay que entender que los bebés se van a caer, les va a doler y a nosotras igual (o más). Pero, pasará.
Aquí algunas cosas para tener en cuenta y preparar la casa a prueba de bebés caminadores y chukicientos al cuadrado (y pos partida doble):
Una vez que los bebés caminan, más o menos alrededor del año, las habitaciones más peligrosas son, por lo general:la cocina, el cuarto de baño, la sala de estar y los dormitorios (o sea toda la casa). Mucho cuidado si la casa tiene escaleras, lo mejor entonces es colocar barreras, barandas, rejas o mallas para que no puedan acceder a ellas de ninguna manera. Los andadores están desaconsejados, justamente por el peligro que representan si el niño se cae, además porque los confunde en cuanto a su «área de protección», luego conversaremos sobre ello porque merece un post completo.
Las ventanas de la casa son también otro tema, puedes evaluar si instalar rejas que se puedan abrir por un adulto en caso de incendio, y aumentar la altura de la barandilla de balcones y terrazas. Y, por supuesto, jamás dejar un mueble –incluido sofá, cama, etcétera– cerca de una ventana al que puedan treparse y abrirla, sobre todo si vives en un piso alto.
Veamos qué cosas debemos tener en cuenta en cada habitación para evitar potenciales peligros:
Cocina:
Cuanto menos entren en ella, mejor. Pero como esto es imposible, por lo menos debemos recordar no dejarlos nunca solos, sobre todo si tenemos enchufado en ese momento algún electrodoméstico o algo en el fuego; si estamos cocinando, que se pongan cuanto más lejos mejor –jamás tenerlo en brazos, por supuesto– y, al salir, debemos acordarnos de cerrar la puerta. Nada de coger con sus manitos las perillas del horno, las hornillas representan un gran peligro.
Cuarto de baño:
Caños que se abren, cremas, frascos, desodorantes, artefactos eléctricos,y todo lo que encuentras ahí es peligro. El cuarto de baño es un imán para los niños, así que es otra habitación que conviene revisar a fondo. Procura mantener el suelo siempre seco para evitar caídas, tener un cuidado extremo con no dejar ningún pequeño aparato –secador, máquina de afeitar enchufado, y colocar cosméticos, productos de higiene y medicamentos lejos del alcance de los niños.
Sala de estar:
Aunque no es la habitación más peligrosa, conviene hacer un repaso de todo lo que tenemos en ella: mesas demasiado bajas, cajones fácilmente accesibles, lámparas a su alcance, objetos decorativos frágiles, esquinas de muebles peligrosas, enchufes enchufes y más enchufes. Tener protectores y tapitas en cada enchufe ayuda mucho.
Habitación infantil:
Lo más recomendable es que esté lo más cerca posible de nuestra habitación, con buena luz y pocos muebles. Además, aseguraos de que éstos sean estables y cumplan estrictamente todas las normas de seguridad, al igual que los juguetes y peluches. Nada tóxico.

Un kit que venden en Infanti (muy recomendable)
Y bueno, nada más importante que la vigilancia extrema. Recuerda siempre los siguiente puntos y todo estará bajo control:
1. Colocar dispositivos de seguridad en los inodoros, puertas, cajones, armarios, en las esquinas de los muebles, etc.
2. Retirar todos los objetos afilados del alcance del bebé: tijeras, pinzas, máquinas de afeitar, cuchillos, etc.
3. Mantener productos como medicamentos, cremas, cosméticos, de limpieza, fuera de la vista de los pequeños.
4. No permitir que el pequeño, durante el baño, juegue con la ducha ni con los grifos. La temperatura del agua debe ser controlada por un adulto.
5. Utilizar antideslizantes en las alfombras de la casa y en los baños, así como en bañeras.
6. Guardar los electrodomésticos (secador de pelo, máquinas de afeitar…) en armarios y alejados del agua.
7. Mantener al bebé alejado de la cocina, así como del tacho de basura y de las escaleras.
8. Al poner el bebé en la sillita de comer, no olvidar de utilizar el cinturón de seguridad.
9. Colocar cubiertas de seguridad sobre los enchufes o tomas de corriente.
10. Evitar poner muebles al lado de las ventanas, para evitar que el pequeño se asome a la ventana.
11. Supervisar y vigilar el bebé por toda la casa. Jamás lo dejes solo.