La higiene dental es básica en todo ser humanos. Y desde bebés, podemos inculcarles buenos hábitos de higiene oral a los más chiquitos de la casa. Por ejemplo, quién dijo que un bebé de 6 meses no necesita una buena «cepilladita de dientes». Aunque no tengan aún, el truco está en limpiar su boquita para evitar que se contamine con partículas de leche que aún quedan dando vueltas en sus encías, lengua o paladar.
En esta etapa, una gasa con aguita hervida tibia es la solución perfecta. Tal vez se molesten un poco por estar manipulando sus boca, y luchen con sus manitos y haciendo muecas de disgusto, pero este es un muy buen comienzo para empezar con el hábito de cuidar la dentadura.
Ya más grandecitos, cuando cumplan un año, empiezan con las pastas sin fluor ni nada que pueda hacerles daño ni ser muy fuerte aún para ellos. Al inicio, necesitarán tu ayuda, pero poco a poco aprenderán solitos a cepillarse los dientes y si tienes suerte, esperarán con ansias la hora de lavarse!
Higiene infantil
Cómo enseñar al niño a cepillarse los dientes
Hacia los dos años, cuando el niño ya tiene la mayoría de las piezas dentales, es bueno que aprenda a usar el cepillo de dientes. A los tres años ya empezará a dominar la técnica.
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Cómo enseñar al niño a cepillarse los dientes
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El desarrollo en niños de 1 a 2 años
Es muy importante que nuestros hijos adquieran buenos hábitos en la higiene dental desde pequeños y, para empezar, los niños deben aprender a cepillarse los dientes. Aunque al principio necesitarán nuestra ayuda, poco a poco irán adquiriendo independencia.
Consejos básicos para aprender a cepillarse
- Para despertar su interés, cómprale un cepillo infantil de cerdas suaves que lleve algún muñeco, diseño bonito y colorido que le guste. Tal vez llévalo a que él mismo lo elija de la tienda.
- Lávate los dientes con él, frente al espejo, para que vea cómo hay que hacerlo. Enséñale a seguir siempre el mismo orden, sin olvidar la parte externa, la interna y la horizontal.
- Si se cansa antes de haber repasado todas las piezas, puedes proponerle un pacto: tú le lees un cuento mientras él se cepilla, pero él no puede terminar hasta que tú no acabes de leer la historia (esto ya es para cuando estén un poco más grandecitos).
- Conviene que se cepille los dientes siempre en presencia de un adulto. Si no tienes tiempo para vigilarlo bien es preferible un solo cepillado exhaustivo por la noche que dos o tres al día mal hechos.
- Acostúmbralo a no comer nada después de cepillarse. Al menos una o dos horas debe estar con la boquita fresca y recién cepillada.
Enséñale paso a paso
- Para empezar, se lo pueden tomar como un juego frente al espejo: consiste en sacar la lengua, abrir mucho la boca y usar el cepillo dentro de ella.
- A los niños les encanta hacer cosas de mayores, así que les podemos recordar que lavarse los dientes es una tarea de mayores, con artilugios de mayores, y él, que ya es mayor, puede empezar a usarlos.
- Hay que dejarles que lo intenten, incluso con algo de pasta especial para bebés, aunque aún reciban ayuda de los papás por un tiempo.
- Debemos explicarles cómo deben hacerlo bien. Con mucha paciencia les contaremos que el cepillo debe ir de arriba abajo y que también deben cepillarse la lengua. Aunque al principio no sigan las instrucciones al pie de la letra, poco a poco irán aprendiendo a hacerlo.
Por lo pronto, to los limpio a la hora del baño y hay días en que me piden su cepillo ellos mismos y otros días en que me voltean la cara sin pensarlo diciendo «no, no» y tengo que recurrir al lavado de dientes con dedo. Sufro porque a veces muerden, y sí que duele, y otras veces se hacen para atrás y me hacen torcer la espalda como el exorcista para evitar cualquier accidente.
Lo bueno, es que cada vez existen más especialistas en temas diversos que pueden ayudarnos a aclarar las dudas. Se recomienda que 6 meses después de haberles salido su primer diente se les lleve al dentista, pero si aún no lo haces, no te preocupes, ya te darás el tiempo para que te aconseje incluso qué alimentos puedes evitar para huir de las temidas caries.
A cepillarnos los dientes entonces!
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