Cuántas veces habré preguntado al llegar a mi casa: ¿ya hizo caca? Casi casi con las manos juntas como rezando para escuchar una respuesta positiva. Antes, cuando eran apenas unos bebitos recién llegaditos al mundo era peor. Y bueno, como toda mamá primeriza, con 1 día sin hacer ya era el caos máximo. Pero poco a poco entendí que el estreñimiento en bebé es más común de lo que creemos. Además, existen secretos caseros que ayudan fácilmente.
Primera lección:
Pensé que al segundo día de no hacer caquita, su pancita estaría super cargada y ellos desesperados por no poder hacer. Al llamar al doctor para preguntarle cómo podría ayudarlos me preguntó cuánto tiempo iba, al escucharme, me dijo que un bebés podía estar así hasta 4 o 5 días, aunque uno no lo crea. Y podían influir varias cosas: cambio de leche, falta de apetito y por ende falta de alimento en la panza, falta de líquido (o sea más leche), etc. Los bebés son así, y no por un día o dos, se puede considerar estreñimiento. Hay otros factores como la consistencia, el color y además el comportamiento del bebé los que señalan si hablamos o no de un bebé estreñido.
Segunda lección:
Un texto que me envió el doctor y hasta hoy lo guardo es el siguiente: «el estreñimiento es un trastorno que se caracteriza por la dificultad o la imposibilidad de evacuar que tenga una persona. Durante los primeros meses de vida de un bebé, tanto la coordinación entre los movimientos de su intestino así como la relajación del esfínter de su ano, no es muy eficiente o no ha madurado lo suficiente». Entonces, los bebés están aprendiendo a controlar sus intestinos y ellos mismos (los intestinos) se están desarrollando y van tomando forma en el organismo nuevo del bebé.
Tercera lección:
Una reconoce que su bebé está fastidiado por estreñimiento cuando: se muestra molesto, llora con insistencia, levanta sus piernas y se pone rojo de tanto pujar. Estos se pueden considerar algunos de los síntomas del estreñimiento en los bebés.
Cuarta lección:
¿Cuándo se puede decir que un bebé está estreñido?
Se puede decir que un bebé está estreñido cuando el pequeño se vuelve nervioso e intranquilo. Mueve las piernas incesantemente, se pone rojo del esfuerzo, y no hace más que llorar por los gases y cólicos que son inevitables. Además, cuando por fin logra hacer, la consistencia es dura, seca y hasta puede tener un color más oscuro de lo normal.
Quinta lección:
La frecuencia de evacuación se va disminuyendo a medida que los bebés crecen. A partir de los 2 meses de edad generalmente ellos sólo evacuan una o dos veces al día. Pero nada, esto no es una ley porque ya sabemos que cada bebé tiene su propia historia. Todo dependerá del tipo de alimentación que reciba como también de su propia naturaleza, si tiene alergia, si no come mucha fibra, etc.
Sexta lección:
¿Qué hacer para remediar el estreñimiento?
Cuando una se da cuenta que las deposiciones del bebé disminuyen en frecuencia y en cantidad, primero hay que descartar la posibilidad de que esté comiendo lo insuficiente, pues si no come mucho, no es que se estriña sino que no tiene nada que evacuar. En los primeros días de vida, el bebé debe evacuar por lo menos tres veces al día, si no lo hace debe ser porque está recibiendo poca alimentación (esto sucede cuando la mamá solo le da pecho y una no puede calcular la cantidad que está tomando). Si el bebé deja de evacuar en uno o dos días, y cuando vuelva a hacerlo sus heces estén duras y secas, puede que haya dejado de evacuar por estreñimiento. En este caso, se debe comentar al pediatra.
Para aliviar el estreñimiento de los bebés, los padres pueden añadir un poco de agua extra a la fórmula del biberón. El agua ablandará un poco las heces y evitará que sean retenidas en el colon del pequeño. Algunos pediatras, de hecho, recomiendan rebajar los biberones un poco. Si el estreñimiento en el bebé se vuelve persistente, es aconsejable que pida la orientación médica.
Existen en el mercado leches ‘anti-estreñimiento’, adecuadas para aliviar el problema. Otra opción son los baños con agua templada. Un beneficio para tránsito intestinal del bebé. Los masajes también son muy estimulantes para ayudar a evacuar al bebé. Se puede flexionar las piernas del pequeño sobre el abdomen, haciendo movimientos circulares; posicionar la mano sobre la pancita del bebé (a la altura del ombligo), y hacerle un masaje más profundo y en horizontal, con la palma y la base de los dedos. Un masaje en la espalda del bebé, con movimientos de arriba abajo, también puede ayudar.
Aparte de la leche especial, del baño calentito, de los masajes, y del agua, uno de los remedios más utilizados por muchos padres es el supositorio de glicerina, pero en lo personal, no lo recomiendo porque puede volverse una dependencia del bebe para evacuar. Hay padres que optan por introducir la punta del termómetro, conozco muchos que esto resulta una salida genial y exitosa, pero tampoco me gusta mucho. Además, se puede probar el agua con glucomiel, es un estimulante natural porque no es más que agua azucarada.
De todos modos, es bueno que se sepa que el estreñimiento puede dejar de molestar a los bebés a partir del cuarto mes de vida, cuando, por determinación médica, empiezan a alimentarse con compotas, purés, y cremas de frutas y verduras, ricas en fibras.
¡PRIMEROOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
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Nunca deje que le pusieran un supositorio a Elmito por obvias razones, siempre salió (o dejo salir) solo de sus problemas.
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Elmo, claro, a mí me da cosita ponerles eso. Creo que es mejor lo natural siempre.
Un beso!
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