Antes que nacieran los mellis, la Navidad y Año Nuevo eran fechas muy estresantes por los fuegos artificiales y mi perro Bruno. Como algunos sabrán, es como mi primer hijo literalmente. Ahora, tiene 13 años y al parecer no escucha tan bien como hace unos años. Pero resulta que la pirotecnia y él, no se llevan para nada bien. Es por eso que cada año, unas dos semanas antes de fiestas nos preparábamos bien averiguando los mejores métodos para ayudarlo. Nada resultaba, pero al menos lo teníamos abrazado y así pasaba mejor el mal rato. Ahora, sigue teniendo miedo pero creo que en los últimos años, ha sido más manejable.
El tema que me preocupó fue la primera Navidad de los bebes. Cómo reaccionarían con los fuegos artificiales, que cada año los prohíben más que el anterior pero parece que a nadie le importa y aún así se arman de miles de cosas para reventar ese día. Felizmente, no reaccionaron mal ni se asustaron. La segunda Navidad fue igual, ya estaban un poco más grandes y eran más conscientes, pero aún así, no los asustó. Hoy, que ya tienen dos años, espero sea igual y no les importe la bulla que en algún punto de la noche llega a desesperar porque ni hablar se puede.
Recuerdo que leí mucho sobre cómo preparar a los niños para estos temas. Aquí les dejo algunos tips que les pueden servir para ayudar a los peques y saber cómo reaccionar en caso les asuste:
– Cuidar la distancia que tenemos del punto de detonación, mientras más lejos menor posibilidad de daño por ruido.
– Mantener a los niños alejados, ya que ellos son la población más susceptible de sufrir consecuencias negativas.
– Preferir los espacios abiertos en lugar de los espacios cerrados
– Chequear la manipulación segura de los fuegos artificiales.
– Coloca en la cabeza de los niños vinchas que tapen las orejas o tapones en los oídos.
– Jamás le des a tu bebé ningún elemento de pirotecnia, ni siquiera esos que se creen seguros como las estrellitas.
– Si tu bebé es recién nacido, mantenlo abrazado para que se sienta protegido.
– Cuando tenga más edad, al observarlos o simplemente oírlos, hazlo sentir seguro, ya que el sonido y las luces pueden llegar a asustarlo, pero tu serás quien debe quitarle el miedo.
– Muéstrale las luces y conserva la calma para que el no se angustie.
– Puedes contarles historias mientras observan las luces.
– Puedes ponerles tapones en los oídos (los que entregan en los aviones funcionan muy bien.
Tal vez ni se den cuenta que está sonando fuerte afuera en la calle, pero sirve de mucho estar preparado y saber cómo protegerlos en caso se asusten.
Después de eso, pasemos una noche linda y tranquila en familia. Serán las mejores fechas y ellos las recordarán con mucho amor y cariño.