Estas fechas son perfectas. No solo porque tenemos dos días libres para aprovechar a nuestros peques full time porque no hay nido/colegio/trabajo, sino porque son días especiales en los que podemos hacer muchas cosas en torno a esta fecha: pascua. Muchos se van de viaje fuera de la ciudad y otros prefieren quedarse en casa, pero sabes que puedes crear e inventar diferentes actividades para divertirse juntos?
En mi caso, nos quedamos en casa. Sé que muchos lugares estarán llenos (como el zoo por ejemplo al que Naelle me pide ir por quinta vez desde hace mucho), pero no necesariamente tenemos que salir de casa para divertirnos. Es bueno buscar actividades para enseñarles el significado de semana santa, y del domingo de pascua que es el más esperado por todos (me incluyo) porque tiene que ver con búsqueda de huevos de pascua, mucho chocolate y más.
Pero, conoces realmente la historia de los huevos de Pascua? El huevo representaba fertilidad y vida, para muchas civilizaciones, principalmente Egipto, Grecia, China, incluso en algunos lugares de américa. Cada vez que terminaba una dura época, se intercambiaban luego de que fueran decorados. Es decir, el huevo se regalaba para desear o recordar la llegada de fertilidad, vida y nacimiento. Con el cristianismo, el huevo encontró una fecha ideal para ser regalado: Pascua de resurrección, esto porque la iglesia había prohibido comer huevos durante la cuaresma, entonces la gente durante aquellos días los pintaban y los guardaban para luego ser consumidos en pascua de resurrección. Y qué tiene que ver el conejo? Pues es un «añadido» sweet que los padres inventaron para hacer la historia más bonita y pintoresca.
Aquí te cuento la historia de los «huevos de pascua» adaptada especialmente para los niños. Puedes cambiar personajes o palabras más sencillas para que se entienda mejor. Cada uno conoce a sus hijos y podrá meterle detalles propios que harán la historia aún más espectacular:
Cuenta la leyenda que hace muchos, muchos, muuuuchos años atrás, había un conejito muy asustado, escondido en el sepulcro donde dejaron a Jesucristo.
El conejito observaba el cuerpo de Jesús dentro del sepulcro. Se preguntaba quién sería ese señor y por qué tantas personas llo
raban por él. Escuchaba a lo lejos que se trataba del hijo de Dios.
A los dos días, el conejito se despertó asombrado al ver como Jesús se levantaba. Su asombro fue más grande aún al ve
r que un Angelito retiraba la gran piedra que tapaba la entrada del sepulcro. Entonces pudo darse cuenta que ese Señor realmente se trataba del hijo de Dios.El conejito se puso tan contento que quiso salir corriendo y saltando para contarle la buena nueva a todo el mundo, pero tenía un gran problema: no sabía hablar. Sin embargo, este conejito saltarín era muy inteligente, por lo que rápidamente se le ocurrió una solución: pintando un huevito de colores la gente entendería el motivo de su alegría.
Desde entonces, cada Domingo de Pascua, un conejito deja huevos de chocolate pintados de colores a todos los niños y así le recuerda al mundo entero que Jesús resucitó y debemos vivir alegres por ello.
Mis chukis por ejemplo no entenderán muchas de las cosas que dice la historia, pero siempre que les cuento algo, me miran atentos con sus ojazos enormes esperando para ver qué sigue. Si tenemos algún peluchito de conejo, mejor! Y ya luego de esta historia viene todo lo demás: pintar huevos con temperas, dibujar huevos en cartulina y decorarlos con lo que sea que ellos elijan, pintarlos con colorantes naturales hechos de beterraga por ejemplo, dibujar conejitos, entre otras ideas. Obvio, el domingo debes hacer la «búsqueda de los huevos de pascua», y si lo vuelves tradición sería ideal, porque ellos mismos lo harán en un futuro con sus propios hijos.
En estos días estaré compartiendo con ustedes diferentes ideas y actividades para hacer con los peques en casa. Si lo hacen me cuentan para compartir fotos y experiencias.
Felices Pascuas para todos!!!
A disfrutar los días en familia con mucho amor!