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Una recetita

Cada día se me hace más difícil pensar qué prepararles para ver si comen bien y si les gusta. Ya están en la etapa en donde te dicen «no uta» cuando no les gusta algo y se hace aún más difícil la hora de comer.

A pesar que les damos lo que cocinamos en casa (obvio nunca con tanto condimento), es necesario para mí, mantener sus verduritas siempre a la hora del almuerzo. Los míos no son de agarrar las zanahorias en tiritas ni las vainitas ni el brócoli así como si fueran galletas. No les gusta y lo he intentado mil veces, por eso aún prefiero darle las verduras encaletadas en donde pueda. Por ejemplo, cuando comen hamburguesa, le pongo tomate y espinaca cortadita chiquitita a la carne molida. Algo es algo al menos no?

Entonces, aquí les va una receta por si sus hijos son «adictos al huevo como los míos».

Revuelto de espinacas + arroz hervido + plátano asado
Lo que necesitas:
– Un huevo
– Dos puñados grandes de espinacas congeladas
– Aceite de oliva
– Filete de pollo

Pon la verdura sin descongelar en una ollita pequeña con un poco de aceite, tápala y cocínala a fuego bajo hasta que las espinacas se hayan descongelado. Tritúralas un poco e incorpora el huevo, remueve y mezcla muy bien hasta que se haya cuajado. Acompaña el revuelto con unas cucharadas de arroz hervido. Además, puedes hacer un filete de pollo en la sartén con una gota de aceite de oliva y desmenuzarlo.

De postre puedes asar un plátano, pero si a tu hijo no le gusta mucho como a los míos puedes hacerlo en el microondas, para templarlo (solo un minuto), tal vez así le guste.

Qué le aporta
La fibra y el hierro presentes en las espinacas, que contribuyen a prevenir el estreñimiento y también la anemia. Además, este menú contiene proteínas e hidratos de carbono. Por último, el plátano le aporta muchas vitaminas y potasio, un mineral necesario para mantener sanos los músculos (de hecho, es muy bueno para evitar los calambres musculares que pueden aparecer después de la actividad física).

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Las muelas!

Pasamos la etapa de los primeros dientes un poco ligera. Les dolía un poco y babeaban en extremo, pero nada fuera de lo común más que algunos reniegos y malos humores. Con Happy Dent (el Orajel peruano) y unos cuantos juguetes para morder con fuerza pasamos esa etapa.

Ahora, estamos con las muelas ya a punto de hacer su entrada y sí que nos está costando «muelas». Berrinches, rabietas, pataletas, que según yo eran un poco más fuertes de lo normal, incluso le dio fiebre hace unos días a mi chino sin razón aparente. Se meten las manos hasta el fondo, muerden lo que sea (incluso mis dedos), babean y se sienten más que fastidiados. Me di cuenta que eran las muelas cuando en uno de sus berrinches abrieron tanto la boca que le vi el fondo de sus encías bien rojas e hinchadas. No calculo cómo debe picar, arder, doler, etc. A mi chino le está costando un poco más, y lo peor es que aún no revientan. Solo me queda ayudar a calmar su dolor.

Aquí, algunos tips que pueden ayudar en estos casos o cuando salen incluso los primeros dientecitos. Para algunos esos también son molestos.

1. Collares para la dentición
Una vez me presentaron unos collares con piedras lindas. A esas piedras se les conoce como «ámbar». Cuando la piel del bebé está en contacto con un collar de ámbar, la suave calidez de su cuerpo libera el ácido succínico del ámbar sobre su piel. El ácido succínico es conocido por acelerar la curación de las heridas, aliviar los dolores musculares, reducir la inflamación de la garganta, el oído y el estómago, reduce y previene la enfermedad respiratoria, disminuye los síntomas de cólico, reduce el reflujo ácido, reduce el eczema y mejora la función del corazón, hígado, riñón, e intestino. En Facebook lo venden e incluso puedes elegir lindos modelos y diseños.

2. Esencia de vainilla
La vainilla tiene propiedades calmantes naturales que pueden aliviar la ansiedad asociada con la dentición y aliviar el malestar digestivo. La presión de frotar el líquido en las encías proporciona alivio al bebé.

3. Algo para masticar
Esto implica tantas cosas como alcance tu imaginación, desde el caucho natural o la madera, hasta el dedo de papá o mamá, pasando por los juguetes para la dentición. Los pedazos grandes de verduras refrigeradas o congeladas, como por ejemplo, las zanahorias, o un buen trozo de pan congelado. Una cucharilla fría o una cuchara de madera también pueden ser útiles. Cada bebé tiene sus preferencias.

4. Hielo
Otra solución es enfriar y anestesiar suavemente las encías inflamadas. Puedes utilizar un cubito de hielo que empieza a derretirse para frotar suavemente las encías, o un helado hecho a base de frutas, leche o infusión de manzanilla.

5. Presión
Presionar las encías inflamadas con el dedo limpio y frío, crea presión contra el diente emergente que alivia temporalmente el malestar. Pero ten cuidado, tu dedo puede quedar atrapado y apresado por un cocodrilo bebé. Si ya tiene dientes, PEOR!

6. Homeopatía
Para muchas madres, la dentición de su bebé es su primera introducción a la homeopatía, que actúa estimulando el sistema inmunológico. La manzanilla es el remedio más comúnmente recetado para los síntomas de la inquietud y la mejilla roja. La belladonna puede ser más apropiada cuando hay una cara muy enrojecida y fiebre. La pulsatilla es útil cuando el niño pide brazos constantemente y llora mucho por el malestar. Estos son los tratamientos más comunes, pero es necesario consultar a un homeópata profesional para que nos indique el remedio más apropiado al caso del bebé.

7. Amamantar
Es un hecho demostrado que la lactancia materna y el contacto piel con piel alivian el dolor durante las intervenciones médicas de los bebés y favorecen y refuerzan el sistema inmunológico del pequeño, promoviendo su mejoría. Muchos bebés instintivamente quieren mamar más durante la dentición, ya que el hecho de succionar les relaja el dolor. Algunos pequeños se consuelan con un chupón, pero si tu hijo no lo utiliza, es muy probable que busque el consuelo del pecho de mamá constantemente. Esto suele impresionar a algunas madres, pero la crisis dura solo unos días y el beneficio para el bebé es muy grande.

8. Remedios Florales
Los remedios a base de flores ayudan a controlar los estados emocionales. Son gotitas que solo tienen esencia de flores. Se les conoce como Flores de Bach. Estas se recomiendan cuando el bebé es mayor a un añito.

9. Aplique una barrera
El babeo excesivo causado por la dentición puede causar una erupción irritante alrededor de los labios y la barbilla del bebé. Es recomendable lubricar la piel con un emoliente suave tal como aceite de almendras dulces, aceite de coco, o aceite de cártamo para evitar que la piel se humedezca con la saliva y se irrite.

10. Clavos de olor
El clavo de olor es conocido por su capacidad para aliviar un dolor de muelas. El aceite de clavo es muy potente y debe estar muy diluido antes de aplicarlo sobre las encías del bebé. Se puede diluir en un aceite portador como el aceite de oliva y después se frota sobre la encía.

Estos son solo algunos consejos naturales que ayudan a los bebés a sobrellevar las molestias de la dentición, pero lo más eficaz es el consuelo de los brazos de sus papás y que el bebé esté jugando tan entretenido que no se acuerde mucho de su dolor. Aunque parezca sorprendente, a veces es lo más efectivo cuando los pequeños ya se ponen de pie y corren.

Además, los papás deben llenarse de paciencia. Las pataletas y berrinches duran solo unos días.

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En la playa con precaución

Este verano el sol prometió estar más que presente. Y a pesar que estos últimos días no nos acompaña su resplandor que ciega a cualquiera, la radiación está por las nubes (literal). Muchos aman la playa, algunos no mucho pero van por los hijos que disfrutan de la arena y del mar. Es por ellos que debemos tener mucho más cuidado y tomar los siguientes consejos:

 

¿A qué edad puede un bebé ir a la playa?
Un bebé menos de seis meses no debe ser expuesto al sol. Si va a la playa o a la piscina debe permanecer a cubierto, debajo de una sombrilla y preferiblemente vestido con ropita ligera de tejidos naturales como el algodón.

¿Con qué edad puede bañarse?
A partir de los seis meses se puede llevar al bebé a la playa y a la piscina y darse baños sin problemas.

Cremas solares ¿Sí o no?
En bebés muy pequeños, las cremas solares no son recomendables porque les pueden provocar irritaciones y alergias. Además, al llevarse las manos a la boca pueden ingerir el producto. Cuando se use crema solar hay que procurar que sea resistente al agua. Hay que extenderla una media hora antes de acudir al lugar soleado y renovar después de cada baño y/o cada 2-3 horas.

¡Es importante que sean de cobertura total! Es importante aplicar la crema solar en las orejas, el cuello, la nariz y el empeine de los pies.

Fíjate en la fecha de caducidad de las cremas solares porque también caducan. Una vez abierto en envase, el producto se oxida y el filtro va perdiendo eficacia, de manera que sobrepasada la fecha que pone en el envase es probable que la protección no sea tan eficaz. Si observas que los ingredientes están ‘separados’ (aceite por un lado y agua por otro), compactados o cuarteados desecha el producto.

¿Bañarse con ropa?
En bebés son más adecuados los filtros físicos (camisetas, gorros, pañuelos, gafas, sombrillas, toldos…) y toda aquella barrera que se interponga eficazmente entre los rayos ultravioleta y su delicada piel. Existen en el mercado muchas marcas que ofrecen ropa de baño con protección solar.

Existen prendas específicas que protegen la piel del bebé que, además, pueden usarse durante el baño, ya que secan rápidamente. Estas prendas son especialmente útiles en niños más mayorcitos que pasan mucho tiempo jugando en el agua.

Los ojos también cuentan
Ten en cuenta que el agua y la arena reflejan la radiación ultravioleta, de manera que es importante proteger la piel y los ojos del pequeño. Usa gafas con lentes homologadas, con filtros adecuados (no es lo mismo ir a la nieve que a la playa) y que cumplan la normativa vigente en la Unión Europea. A partir de los 18 meses es fácil encontrar gafas de sol para bebés.

Juguetes de la playa
Fíjate bien que todos los productos acuáticos para niños que compres tengan el sello CE que acredite que han cumplido con la normativa de seguridad.

Seguridad también fuera del agua
Vigila en todo momento a tus hijos si no saben nadar y se encuentran cerca del agua.

¿Qué horas debes evitar ir a la playa o piscina con el bebé?
Procura que el niño no esté en la playa o piscina en las horas centrales del día (de 11 a 16 horas, aproximadamente) y presta atención no sólo a si está en sombra o no. Además, hay que tener en cuenta la temperatura. El mecanismo termorregulador de los bebés (la sudoración) no funciona aún correctamente, de manera que puede sufrir un golpe de calor sin que apenas nos demos cuenta. Refréscale con frecuencia y procura ponerlo a la sombra.

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Que sea una Feliz Navidad sin pirotecnia!

Faltan poquitos días para celebrar Navidad y mi emoción crece como cuando era niña. Recuerdo que me gustaba tanto esperar las 12 con toda la familia en la sala de mi casa que contaba las horas el mismo 24 para que se haga de noche. Cuando mi abuelito vivía, él me hacía chistes y jugábamos a «quien se ríe primero pierde» y podía pasarme mil horas jugando lo mismo. Qué divertido era hacer eso.

Luego, fueron pasando los años y estas fechas se volvieron un poco complicadas por Bruno, mi perro. Él sufre tanto con la pirotecnia que cada año se me parte el alma de verlo así sin poderlo ayudar. No hay gotas ni calmantes que lo ayuden, son noches muy feas para él. No es como cualquier perrito que huye y se esconde para pasar las horas así, él busca a la gente, rasguña y se desespera para que alguien lo proteja. Es tan cruel cómo la gente sigue haciéndolo sin pensar en las consecuencias.

Y bueno, el año pasado fue igual, tal vez con la edad que tenia pensamos que sería más fácil, a los 11 años tal vez ya no escucha como antes, pero no, nos equivocamos. Siguió siendo tan aterrador como los años anteriores. Y yo, con mellizos de 4 meses en ese entonces me hacía un mundo. Pero bueno, pude con todo y el año nuevo incluso se fue y lo logramos un año más.

Hoy, que ya tiene 12 años y mis bebitos 1 año y 4 meses, me emociono y me preocupo. Es cierto que por un lado me siento feliz de que los bebes vean el árbol, cojan las bolitas de navidad, se alegren de ver a Papa Noel (aunque al inicio se asustaron un poco), y hasta incluso examinen con curiosidad los regalos que ya están en la sala de la casa. Pero por otro lado vuelve la pregunta y preocupación de pasar un año más con Bruno en los brazos tratando de ayudarlo a pasar la noche. Es difícil, porque él es como mi primer hijo, aunque algunos se rían, lo es. Y me trauma que se acerque la fecha.

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Y ni qué decir de los bebes! No sé cómo reaccionarán hoy con la pirotecnia. He leído mucho sobre que puede afectar la audición, aquí un poco sobre ello:

El ruido intenso de la pirotecnia afecta a todas las personas, pero los bebés de menos de un año son mucho más sensibles a este estímulo sonoro. La exposición a estos sonidos puede causar trastornos severos como la pérdida de audición, zumbidos y alteraciones en el sueño en los niños.

Si un bebé es expuesto a los ruidos intensos de la pirotecnia puede llegar a sufrir importantes lesiones en el oído, según afirma la otorrinolaringóloga infantil María Julia Medel, y esto se debe a la vibración intensa que generan. Es importante consultar a un especialista si un niño siente zumbidos en sus oídos durante varios días, lo mismo si se sospecha de una pérdida de la audición que persiste y no es transitoria.

En estos casos la prevención es fundamental ya que los trastornos auditivos pueden ocasionarse por la exposición a un sonido de gran intensidad como así también suceden por lesiones acumulativas del oído. Los padres tienen que mantener a los niños lejos de los lugares en donde se arrojen fuegos artificiales y además de ello colocarles a los pequeños taponcitos de algodón o protectores en los oídos; también es importante en caso de ser posible el colocar a los niños en un ambiente cerrado que los proteja de los ruidos.

Pero estos daños no son los únicos, la salud mental del bebé también puede verse afectada ya que el ruido para ellos es invasivo y extraño por los altos decibeles, ante las explosiones de los fuegos artificiales los niños reaccionan llorando y quedan exaltados necesitando la contención paterna para poder conseguir la calma. Es por esto que los niños pueden padecer trastornos al dormir, si el cuadro persevera y bebé no consigue conciliar el sueño es crucial consultar con un especialista

Como siempre, podemos hacer algo más para ayudar a los más pequeños a pasar bien la noche, que no queden con ningún miedo y duerman felices.

  • Cuidar la distancia que tenemos del punto de detonación, mientras más lejos menor posibilidad de daño por ruido.
  • Mantener a los niños alejados.
  • Poner a los bebés en un lugar cerrado.
  • Encender la televisión o poner música suave.
  • Coloca en la cabeza de los niños vinchas que tapen las orejas o tapones en los oídos.
  • Jamás le des a tu bebé ningún elemento de pirotecnia, ni siquiera esos que se creen seguros como las chispitas.
  • Si tu bebé es recién nacido, mantenlo abrazado para que se sienta protegido.
  • Hazlo sentir seguro, ya que el sonido y las luces pueden llegar a asustarlo, pero tu serás quien debe quitarle el miedo: muéstrale las luces y conserva la calma para que el no se angustie.

Solo espero que estas fiestas sean realmente felices y que cada uno de ustedes la pase genial, se cumplan todos sus deseos y el niño Jesús que está a punto de nacer entre en cada uno de sus hogares para darles amor, paz y mucha protección!

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Feliz Navidad Doble Yema!

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Suaves Caricias

El día de ayer llegó una caja a la casa que parecía muy interesante. La subimos al cuarto y en la cama los tres mirábamos con atención qué hacer con ella. Ambos empezaron a tirar de las cintas para tratar de abrirla rápido y con emoción. Siempre me preguntaré (y endulzaré) con su mágica obsesión por las cajas de cartón.

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Tras unos «miiiira» de Naelle y algunos «woooow» de Marcel descubrimos que Johnson’s nos había mandado algunos regalitos para probar, divertirnos, cuidarnos y estar felices.

Siempre he sido de la idea de cambiar pañales con aguita y algodón. Pero cuando salimos de casa es otra la historia, necesitamos pañitos húmedos en todo momento. Por ejemplo, cuando agarran tierra, gatean en el piso cochino, se cae un juguete al suelo y obviamente, cuando debemos cambiar el pañal. Y tener un tipo de paños para cada uso es lo mejor.

Descubrí que Johnson’s tiene tres tipos de pañitos húmedos:

  • Recién Nacido (color amarillo): Que es casi casi como el agua y el algodón, no tienen alcohol ni perfumes, y bueno, está clínicamente comprobado al igual que todos sus modelos.
  • Extra Cuidado (color rosado): Son como pañitos humectantes. Tienen extracto de crema y puede sacarte de apuros cuando quieres limpiar la piel de tu bebé hasta por 7 horas. No tienen alcohol y son muy resistentes.
  • Dulces sueños (color morado): Tienen una esencia relajante Natural Calm además de un aroma a lavanda muy rico. Puedes usarlo luego del baño para limpiar detrás de sus orejitas para adormecerlos.

Sinceramente, los probé y me encantaron. Más que todo por su interesante presentación en versiones para cada momento del día!

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Mis mellis y yo estamos felices con las #suavescaricias de Johnson’s Baby. Qué dices, te animas a probarlos? Si quieres, comparte este post, etiqueta a Mamá de Doble Yema y cuéntame si quisieras probar alguno de los tres tipos de pañitos.

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Mi bebé de alta demanda

Hace un tiempo escucho el término de «bebés de alta demanda» con mucho más fuerza. Recuerdo que cuando recién nacieron los mellis y yo me estresaba por el intenso llanto de Marcel leía e investigaba de todo para saber qué podía estar pasando con mi bebé. Ella tan tranquila y risueña desde bebé, y él tan renegón y «llorón» desde el primer mes de nacido. Personalidades definidas y características marcadas desde el día 1.

No conocía mucho del tema, hasta que entendí que es la forma moderna de llamar a los «bebés llorones». Y a pesar que muchos pueden pensar que sus bebés son demandantes, porque lo son, esta definición es diferente. El bebé demandante puede ser tan intenso como él quiere e incluso puede ir cambiando, con esa misma intensidad, a lo largo de toda su infancia. En mi caso, Marcel empezó a llorar menos pero ahora que ya tiene un años y cuatro meses, hace saber qué es lo que le molesta. Y siendo sinceros, lo llorón y demandante aún le queda.

Son esos niños que no quieren soltar a su mamá por nada del mundo, que examinan todo con atención y si los tratar de apartar de lo que ven explotan, si algo les molesta se frustran y reniega, algunos nunca quieren soltar la teta aunque la usen de chupón, lloran al límite cuando quieren llorar y ríen con ganas cuando algo les gusta. Son especiales y tú como mamá también debes ser especial. Lo único que debes hacer es armarte de valor y paciencia porque vas a acompañar a tu bebé en esto y no debes morir en el intento.

Esta son algunas características que te permitirán confirmar que tienes un bebé de alta demanda. Pueden ser algunos o todos los que presente tu bebé, pero si solo son un par de la lista, puede que tengas solo un bebé un poco fastidioso:

  • Intensos
  • Hiperactivos
  • Necesitan siempre estar en contacto
  • Frecuentemente quieren succionar (no importa si no hay leche)
  • Demandan tiempo
  • Se despiertan frecuentemente
  • Insatisfechos
  • Impredecibles
  • Hipersensibles
  • Absorbentes
  • No pueden calmarse solos
  • Sensibles a la separación

Los bebés de Alta Demanda son niños muy activos, que buscan constantemente estímulos para satisfacer su curiosidad, su necesidad de aprender, que viven la vida con intensidad y pasión y por lo tanto no quieren perderse ni un segundo de lo que pasa a su alrededor aunque puedan enfrascarse en examinar todo lo que llega a sus manos con detenimiento máximo.

Si tienes un bebé con estas características, estos son algunos tips para enfrentar cada uno de tus días y aunque no lo creas, disfrutar de ellos:

  1. No te culpes porque tu hijo no sea como se supone que debería ser. Él es único, especial y puedes aprender mucho a su lado.
  2. Simplifica tu vida. Estos niños nos consumen mucha energía, así que no la malgastes en cosas innecesarias.
  3. Relájate y disfruta de tu hijo. Si tú estás tranquila todo irá mejor.
  4. Atiende sus necesidades, sin descuidar las tuyas.
  5. Acompáñalo en el manejo de sus intensas emociones, necesita una guía para hacerlo, y tú eres la persona más importante para él.
  6. Rodéate de gente que te comprenda, solo quien está en tu misma situación sabe de qué le estás hablando.
  7. Protégete de las críticas de la gente. Lo más importante es tu hijo y su bienestar.
  8. No hagas cambios bruscos en su vida, los cambios poco a poco, y siempre contándole lo que va a pasar, con antelación.

Yo la tengo un poco más difícil y a veces hasta me encierro en el baño a llorar porque tengo también a Naelle. Una bebé que más de demandante es un cascabel. Ríe, coquetea, repite todo lo que se le dice y es un rayito de sol. Ella se va con todo el que le enseñe pajaritos en el cielo y disfruta con ellos, y yo no le doy el tiempo que ella merece. Por eso, cuando estamos juntas es lo mejor del mundo, pero me parte el alma cuando la veo más tiempo con otras personas y yo sin soltarle la mano a mi chino que me necesita mucho. Espero que poco a poco todo cambie y pueda por fin darle el 50% a los dos. Porque es lo que mi corazón siente, pero lamentablemente solo tengo dos brazos y en esta etapa cada uno necesita dos brazos: corren, saltan, se trepan, quieren alcanzarlo todo y a veces no es suficiente. Es una pena que el día solo tenga 24 horas, de las cuales por lo menos 9 de ellas me las paso en la oficina, pero obvio, siempre dejando el corazón en casa. Con mis dos terremotos demandantes de amor.

Y recuerda, tu hijo no es llorón, solo tiene necesidades más demandantes y necesita de ti!

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Cómo saber si es un diente!

Hace unos días hablamos sobre la importancia de la higiene dental en el post «Dientes de Leche» y muchas mamis me escribieron preguntándome algunos detalles. Y es que es un tema que a muchas nos interesa. Ya sea porque no sabemos cómo ayudar a nuestro bebé a que el proceso de dentición sea mucho más llevadero y menos molesto.

Proceso referencial del tiempo en el que crecen los dientecitos

Quién no ha pasado noches larguísimas porque nuestro bebé llora o se fastidia por horas, o se lleva cosas a la boca durante todo el día chupándolas con desesperación como si algo le molestara, o tal vez pensamos que son los dientes pero no vemos ni una manchita blanca que se asoma en las encías. No todos los niños experimentan el mismo proceso de dentición. Hay diferencias con relación a cuándo les empiezan a brotar los dientes, los síntomas que se presentan y la cantidad de dolor que sufren.

A continuación te contaré algunas señales que indican que a tu bebé ya le están saliendo los dientes. Estos síntomas pueden durar unos días, justo alrededor del periodo cuando le está brotando un nuevo diente. Aunque también es posible que los síntomas perduren por algunos meses mientras le estén saliendo varios dientes.

Existen casos afortunados, tanto para algunos bebés como papás, en los que la dentición pasa desapercibida ya que el bebé no muestra ningún síntoma o molestia. Pero también hay otro que sufren mucho.

Algunos bebés pueden presentar salivación intensa, y otros pueden estar irritables o inquietos y algunos presentan dificultades para dormir. Depende del bebe…

Entre los síntomas que puede tener tu bebé, se incluyen:

  • Salivación intensa
  • Irritabilidad o inquietud
  • Se ve un diente creciendo de sus encías
  • Inflamación y dolor en las encías
  • Ganas de morder, masticar o chupar todo lo que se encuentra
  • Se frota la cara
  • Problemas para dormir
  • Rechaza la comida
  • Se agarra los oídos

* Pero recuerda que siempre existe la posibilidad de que la causa sea otra, por eso estate muy atenta y sigue el proceso para ver si es un diente. Si el tema persiste y no hay señales de dientes, mejor consultar al doctor.

Ahora, también existen los mitos sobre los dientes, por eso debes tener en cuenta qué señales NO puedes atribuir a la dentición, especialmente si los síntomas perduran por más de 24 horas:

Diarrea
Fiebre
Goteo nasal

Aunque muchos padres aseguran que dichos síntomas están directamente relacionados a la dentición de sus hijos, no existe evidencia científica que compruebe ese vínculo. Los expertos, incluyendo la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP por sus siglas en inglés), dicen que la fiebre y la diarrea no son síntomas normales de la dentición.

Una de las muchas explicaciones posibles para el desarrollo de estos síntomas es que los bebés en fase de dentición a menudo se llevan muchas cosas a la boca para morderlas y aliviar el dolor en las encías, y entran en contacto con una mayor cantidad de virus y gérmenes que pueden causar enfermedades.

 

Con esto creo que podemos detectar si son los dientes o no los que están molestando a nuestro pequeñín. Ya sea con objetos o juguetes especiales para la dentición (esos que se ponen en la refri y alivian al contacto con las encías), con cremitas que venden en las farmacias (o el famoso Orajel Baby que venden en USA) o con un poco de aguita fría.

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Así que estemos atentas, nuestros pequeños castores nos necesitan!

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Un tema complicado: el estreñimiento

Cuántas veces habré preguntado al llegar a mi casa: ¿ya hizo caca? Casi casi con las manos juntas como rezando para escuchar una respuesta positiva. Antes, cuando eran apenas unos bebitos recién llegaditos al mundo era peor. Y bueno, como toda mamá primeriza, con 1 día sin hacer ya era el caos máximo. Pero poco a poco entendí que el estreñimiento en bebé es más común de lo que creemos. Además, existen secretos caseros que ayudan fácilmente.

Primera lección:
Pensé que al segundo día de no hacer caquita, su pancita estaría super cargada y ellos desesperados por no poder hacer. Al llamar al doctor para preguntarle cómo podría ayudarlos me preguntó cuánto tiempo iba, al escucharme, me dijo que un bebés podía estar así hasta 4 o 5 días, aunque uno no lo crea. Y podían influir varias cosas: cambio de leche, falta de apetito y por ende falta de alimento en la panza, falta de líquido (o sea más leche), etc. Los bebés son así, y no por un día o dos, se puede considerar estreñimiento. Hay otros factores como la consistencia, el color y además el comportamiento del bebé los que señalan si hablamos o no de un bebé estreñido.

Segunda lección:
Un texto que me envió el doctor y hasta hoy lo guardo es el siguiente: «el estreñimiento es un trastorno que se caracteriza por la dificultad o la imposibilidad de evacuar que tenga una persona. Durante los primeros meses de vida de un bebé, tanto la coordinación entre los movimientos de su intestino así como la relajación del esfínter de su ano, no es muy eficiente o no ha madurado lo suficiente». Entonces, los bebés están aprendiendo a controlar sus intestinos y ellos mismos (los intestinos) se están desarrollando y van tomando forma en el organismo nuevo del bebé.

Tercera lección:
Una reconoce que su bebé está fastidiado por estreñimiento cuando: se muestra molesto, llora con insistencia, levanta sus piernas y se pone rojo de tanto pujar. Estos se pueden considerar algunos de los síntomas del estreñimiento en los bebés.

Cuarta lección:
¿Cuándo se puede decir que un bebé está estreñido?
Se puede decir que un bebé está estreñido cuando el pequeño se vuelve nervioso e intranquilo. Mueve las piernas incesantemente, se pone rojo del esfuerzo, y no hace más que llorar por los gases y cólicos que son inevitables. Además, cuando por fin logra hacer, la consistencia es dura, seca y hasta puede tener un color más oscuro de lo normal.

Quinta lección:
La frecuencia de evacuación se va disminuyendo a medida que los bebés crecen. A partir de los 2 meses de edad generalmente ellos sólo evacuan una o dos veces al día. Pero nada, esto no es una ley porque ya sabemos que cada bebé tiene su propia historia. Todo dependerá del tipo de alimentación que reciba como también de su propia naturaleza, si tiene alergia, si no come mucha fibra, etc.

Sexta lección:
¿Qué hacer para remediar el estreñimiento?
Cuando una se da cuenta que las deposiciones del bebé disminuyen en frecuencia y en cantidad, primero hay que descartar la posibilidad de que esté comiendo lo insuficiente, pues si no come mucho, no es que se estriña sino que no tiene nada que evacuar. En los primeros días de vida, el bebé debe evacuar por lo menos tres veces al día, si no lo hace debe ser porque está recibiendo poca alimentación (esto sucede cuando la mamá solo le da pecho y una no puede calcular la cantidad que está tomando). Si el bebé deja de evacuar en uno o dos días, y cuando vuelva a hacerlo sus heces estén duras y secas, puede que haya dejado de evacuar por estreñimiento. En este caso, se debe comentar al pediatra.

Para aliviar el estreñimiento de los bebés, los padres pueden añadir un poco de agua extra a la fórmula del biberón. El agua ablandará un poco las heces y evitará que sean retenidas en el colon del pequeño. Algunos pediatras, de hecho, recomiendan rebajar los biberones un poco. Si el estreñimiento en el bebé se vuelve persistente, es aconsejable que pida la orientación médica.

Existen en el mercado leches ‘anti-estreñimiento’, adecuadas para aliviar el problema. Otra opción son los baños con agua templada. Un beneficio para tránsito intestinal del bebé. Los masajes también son muy estimulantes para ayudar a evacuar al bebé. Se puede flexionar las piernas del pequeño sobre el abdomen, haciendo movimientos circulares; posicionar la mano sobre la pancita del bebé (a la altura del ombligo), y hacerle un masaje más profundo y en horizontal, con la palma y la base de los dedos. Un masaje en la espalda del bebé, con movimientos de arriba abajo, también puede ayudar.

Aparte de la leche especial, del baño calentito, de los masajes, y del agua, uno de los remedios más utilizados por muchos padres es el supositorio de glicerina, pero en lo personal, no lo recomiendo porque puede volverse una dependencia del bebe para evacuar. Hay padres que optan por introducir la punta del termómetro, conozco muchos que esto resulta una salida genial y exitosa, pero tampoco me gusta mucho. Además, se puede probar el agua con glucomiel, es un estimulante natural porque no es más que agua azucarada.

De todos modos, es bueno que se sepa que el estreñimiento puede dejar de molestar a los bebés a partir del cuarto mes de vida, cuando, por determinación médica, empiezan a alimentarse con compotas, purés, y cremas de frutas y verduras, ricas en fibras.

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Dientes de leche

La higiene dental es básica en todo ser humanos. Y desde bebés, podemos inculcarles buenos hábitos de higiene oral a los más chiquitos de la casa. Por ejemplo, quién dijo que un bebé de 6 meses no necesita una buena «cepilladita de dientes». Aunque no tengan aún, el truco está en limpiar su boquita para evitar que se contamine con partículas de leche que aún quedan dando vueltas en sus encías, lengua o paladar.

En esta etapa, una gasa con aguita hervida tibia es la solución perfecta. Tal vez se molesten un poco por estar manipulando sus boca, y luchen con sus manitos y haciendo muecas de disgusto, pero este es un muy buen comienzo para empezar con el hábito de cuidar la dentadura.

Ya más grandecitos, cuando cumplan un año, empiezan con las pastas sin fluor ni nada que pueda hacerles daño ni ser muy fuerte aún para ellos. Al inicio, necesitarán tu ayuda, pero poco a poco aprenderán solitos a cepillarse los dientes y si tienes suerte, esperarán con ansias la hora de lavarse!

Higiene infantil

Cómo enseñar al niño a cepillarse los dientes
Hacia los dos años, cuando el niño ya tiene la mayoría de las piezas dentales, es bueno que aprenda a usar el cepillo de dientes. A los tres años ya empezará a dominar la técnica.
Ser Padres
Cómo enseñar al niño a cepillarse los dientes
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El desarrollo en niños de 1 a 2 años
Es muy importante que nuestros hijos adquieran buenos hábitos en la higiene dental desde pequeños y, para empezar, los niños deben aprender a cepillarse los dientes. Aunque al principio necesitarán nuestra ayuda, poco a poco irán adquiriendo independencia.

Consejos básicos para aprender a cepillarse

  • Para despertar su interés, cómprale un cepillo infantil de cerdas suaves que lleve algún muñeco, diseño bonito y colorido que le guste. Tal vez llévalo a que él mismo lo elija de la tienda.
  • Lávate los dientes con él, frente al espejo, para que vea cómo hay que hacerlo. Enséñale a seguir siempre el mismo orden, sin olvidar la parte externa, la interna y la horizontal.
  • Si se cansa antes de haber repasado todas las piezas, puedes proponerle un pacto: tú le lees un cuento mientras él se cepilla, pero él no puede terminar hasta que tú no acabes de leer la historia (esto ya es para cuando estén un poco más grandecitos).
  • Conviene que se cepille los dientes siempre en presencia de un adulto. Si no tienes tiempo para vigilarlo bien es preferible un solo cepillado exhaustivo por la noche que dos o tres al día mal hechos.
  • Acostúmbralo a no comer nada después de cepillarse. Al menos una o dos horas debe estar con la boquita fresca y recién cepillada.

Enséñale paso a paso

  • Para empezar, se lo pueden tomar como un juego frente al espejo: consiste en sacar la lengua, abrir mucho la boca y usar el cepillo dentro de ella.
  • A los niños les encanta hacer cosas de mayores, así que les podemos recordar que lavarse los dientes es una tarea de mayores, con artilugios de mayores, y él, que ya es mayor, puede empezar a usarlos.
  • Hay que dejarles que lo intenten, incluso con algo de pasta especial para bebés, aunque aún reciban ayuda de los papás por un tiempo.
  • Debemos explicarles cómo deben hacerlo bien. Con mucha paciencia les contaremos que el cepillo debe ir de arriba abajo y que también deben cepillarse la lengua. Aunque al principio no sigan las instrucciones al pie de la letra, poco a poco irán aprendiendo a hacerlo.

Por lo pronto, to los limpio a la hora del baño y hay días en que me piden su cepillo ellos mismos y otros días en que me voltean la cara sin pensarlo diciendo «no, no» y tengo que recurrir al lavado de dientes con dedo. Sufro porque a veces muerden, y sí que duele, y otras veces se hacen para atrás y me hacen torcer la espalda como el exorcista para evitar cualquier accidente.

Lo bueno, es que cada vez existen más especialistas en temas diversos que pueden ayudarnos a aclarar las dudas. Se recomienda que 6 meses después de haberles salido su primer diente se les lleve al dentista, pero si aún no lo haces, no te preocupes, ya te darás el tiempo para que te aconseje incluso qué alimentos puedes evitar para huir de las temidas caries.

A cepillarnos los dientes entonces!

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Casa a prueba de bebés

Ahora que mis chinos están más grandes, los accidentes en casa están a la vuelta de la esquina. Y como las tentaciones, leyes de murphy o mala suerte, como lo queramos llamar, existe, es mejor prevenir que lamentar.

Qué impotencia tan grande cuando llego de trabajar y veo algún rasguño, raspón o moretón en alguno de mis hijos. Es que nunca nadie los cuidará mejor que su mamá, a todos nos puede pasar, pero el ojo y cuidados de la mamá son ÚNICOS. Y como para una madre «TODOS LOS ACCIDENTES SE PUEDEN EVITAR», es mejor tener todo a prueba de niños al extremo. Es un estrés y hay que entender que los bebés se van a caer, les va a doler y a nosotras igual (o más). Pero, pasará.

Aquí algunas cosas para tener en cuenta y preparar la casa a prueba de bebés caminadores y chukicientos al cuadrado (y pos partida doble):

Una vez que los bebés caminan, más o menos alrededor del año, las habitaciones más peligrosas son, por lo general:la cocina, el cuarto de baño, la sala de estar y los dormitorios (o sea toda la casa). Mucho cuidado si la casa tiene escaleras, lo mejor entonces es colocar barreras, barandas, rejas o mallas para que no puedan acceder a ellas de ninguna manera. Los andadores están desaconsejados, justamente por el peligro que representan si el niño se cae, además porque los confunde en cuanto a su «área de protección», luego conversaremos sobre ello porque merece un post completo.

Las ventanas de la casa son también otro tema, puedes evaluar si instalar rejas que se puedan abrir por un adulto en caso de incendio, y aumentar la altura de la barandilla de balcones y terrazas. Y, por supuesto, jamás dejar un mueble –incluido sofá, cama, etcétera– cerca de una ventana al que puedan treparse y abrirla, sobre todo si vives en un piso alto.

Veamos qué cosas debemos tener en cuenta en cada habitación para evitar potenciales peligros:

Cocina:
Cuanto menos entren en ella, mejor. Pero como esto es imposible, por lo menos debemos recordar no dejarlos nunca solos, sobre todo si tenemos enchufado en ese momento algún electrodoméstico o algo en el fuego; si estamos cocinando, que se pongan cuanto más lejos mejor –jamás tenerlo en brazos, por supuesto– y, al salir, debemos acordarnos de cerrar la puerta. Nada de coger con sus manitos las perillas del horno, las hornillas representan un gran peligro.

Cuarto de baño:
Caños que se abren, cremas, frascos, desodorantes, artefactos eléctricos,y todo lo que encuentras ahí es peligro. El cuarto de baño es un imán para los niños, así que es otra habitación que conviene revisar a fondo. Procura mantener el suelo siempre seco para evitar caídas, tener un cuidado extremo con no dejar ningún pequeño aparato –secador, máquina de afeitar enchufado, y colocar cosméticos, productos de higiene y medicamentos lejos del alcance de los niños.

Sala de estar:
Aunque no es la habitación más peligrosa, conviene hacer un repaso de todo lo que tenemos en ella: mesas demasiado bajas, cajones fácilmente accesibles, lámparas a su alcance, objetos decorativos frágiles, esquinas de muebles peligrosas, enchufes enchufes y más enchufes. Tener protectores y tapitas en cada enchufe ayuda mucho.

Habitación infantil:
Lo más recomendable es que esté lo más cerca posible de nuestra habitación, con buena luz y pocos muebles. Además, aseguraos de que éstos sean estables y cumplan estrictamente todas las normas de seguridad, al igual que los juguetes y peluches. Nada tóxico.

Un kit que venden en Infanti (muy recomendable)

Y bueno, nada más importante que la vigilancia extrema. Recuerda siempre los siguiente puntos y todo estará bajo control:

1. Colocar dispositivos de seguridad en los inodoros, puertas, cajones, armarios, en las esquinas de los muebles, etc.

2. Retirar todos los objetos afilados del alcance del bebé: tijeras, pinzas, máquinas de afeitar, cuchillos, etc.

3. Mantener productos como medicamentos, cremas, cosméticos, de limpieza, fuera de la vista de los pequeños.

4. No permitir que el pequeño, durante el baño, juegue con la ducha ni con los grifos. La temperatura del agua debe ser controlada por un adulto.

5. Utilizar antideslizantes en las alfombras de la casa y en los baños, así como en bañeras.

6. Guardar los electrodomésticos (secador de pelo, máquinas de afeitar…) en armarios y alejados del agua.

7. Mantener al bebé alejado de la cocina, así como del tacho de basura y de las escaleras.

8. Al poner el bebé en la sillita de comer, no olvidar de utilizar el cinturón de seguridad.

9. Colocar cubiertas de seguridad sobre los enchufes o tomas de corriente.

10. Evitar poner muebles al lado de las ventanas, para evitar que el pequeño se asome a la ventana.

11. Supervisar y vigilar el bebé por toda la casa. Jamás lo dejes solo.